La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) refinanció el año pasado alrededor de $287.000 millones en deudas de todo tipo, la mitad de ese monto de pymes, a una tasa menor que la que deberían abonar a los bancos.
“Somos los únicos que estamos en condiciones de dar facilidades de pago a quienes transitoriamente se atrasan en el pago de impuestos, porque por esa condición no califican para acceder a un crédito”, dijo el director del organismo, Alberto Abad.
La cifra mencionada representa un tercio del total de préstamos del sistema financiero y casi la mitad de ellos fue suscripta por pymes, resaltó Abad.
El funcionario destacó que “el ciudadano sabe que si va a una entidad a pedirle un préstamo le va a cobrar más caro; y le va a pedir diversas garantía. Acá el ‘crédito’ es automático”.
Además de esta facilidad de acceder casi de manera automática, sin “carpetas” para pedir préstamo, la tasa que deben pagar quienes adhieren a los planes de regulación tributaria son sensiblemente inferiores a los de los bancos, según cálculos de la AFIP.
En la actualidad, la tasa máxima que ésta cobra a un contribuyente que adhiere a los planes de facilidades de pago, no supera en tres puntos porcentuales la tasa máxima que el Banco Nación le paga a un ahorrista que realiza un plazo fijo en pesos.