lunes 25, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Crean plataforma educativa que facilita la programación

NUEVAS DINÁMICAS. La herramienta promueve nuevos modos de aprendizaje en el aula.
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Destinado a docentes y estudiantes de nivel medio y superior, Mumuki es un proyecto argentino que propone diferentes herramientas para potenciar la enseñanza y el aprendizaje de la programación, utilizando software y contenido libre

El ámbito escolar, en sus distintos niveles, presenta el desafío constante de encontrar estrategias didácticas y efectivas para promover los saberes propios del pensamiento computacional.  Mumuki se enmarca en este contexto. Se trata de un proyecto que propone un conjunto de herramientas pensadas para potenciar la enseñanza y el aprendizaje de la programación y está destinado a docentes y estudiantes de nivel medio y superior.
Según plantean sus creadores, su objetivo es “que todos aprendan a programar con bases sólidas y aportar para que la educación de la programación sea de mejor calidad y entretenida” tanto dentro como fuera del aula.
El proyecto incluye la enseñanza de un abanico de herramientas como Gobstones y Haskell o tecnologías industriales como JavaScript y Ruby. Los materiales y recursos que ofrece son completamente libres y gratuitos y se encuentran disponibles en su sitio web. Además, como fue concebido en Argentina, está en español.

La idea
La iniciativa surgió de un grupo de docentes de programación de educación media y universitaria. Federico Aloi, uno de los integrantes de Mumuki, explica distintos aspectos del proyecto: “A diferencia de otras plataformas, Mumuki hace foco en los conceptos y no en las tecnologías. En este sentido, utilizamos los lenguajes de programación (algunos industriales y otros educativos) como herramientas y no como un fin. Además, evitamos enseñar sus ‘trucos’ y privilegiamos prácticas y usos más didácticos”.
Sobre la experiencia de trabajo en el aula, el profesional, que es docente de programación en un secundario, contó que “estaba en la búsqueda de lograr que los estudiantes practicaran e hicieran ejercicios en sus casas y Mumuki tuvo gran aceptación. El hecho de que brinde una devolución instantánea sobre los ejercicios logra que los estudiantes no se frustren y la confirmación de que lo que hicieron ‘está bien’ los motiva a seguir adelante”.
Aunque también contó que durante el testeo, a veces se dificultó utilizar Mumuki en el aula por la mala conexión a Internet (están trabajando en una versión sin conexión para evitar este problema). “Cuando la puedo utilizar, noto que los estudiantes se desenvuelven mucho mejor que con la herramienta tradicional porque ellos mismos pueden corroborar sus respuestas. Esto mejora la calidad de las consultas que surgen y pone al docente en un rol de tutor, dedicado a ayudar a quienes se estancan en un ejercicio (incluso sucede que algunos estudiantes por propia iniciativa asumen ese rol). Además, todas las soluciones que los estudiantes envían están disponibles en un aula virtual, lo que posibilita que los docentes realicen un seguimiento personalizado”, detalla el profesional.
Consultado sobre la enseñanza de programación en las escuelas, Aloi opinó: “Observamos que frecuentemente se confunde ‘enseñar a programar’ con ‘enseñar la tecnología X’. Por ejemplo, hay escuelas que, al incluir la programación en su currículum, tienden a ‘enseñar Java’ o ‘enseñar C’, en lugar de generar conocimiento que los estudiantes puedan trasladar a cualquier tecnología (incluso a aquellas que aún no existen o que los mismos estudiantes podrían crear). Entendemos que esta tendencia empezó a revertirse lentamente. En los últimos años, surgieron varias iniciativas que trabajan en esta línea, como Program.AR por ejemplo”.

Modalidades
El software presenta dos modalidades. La primera, que es la más extendida, se vincula con la conformación de una “organización”. Aquí, los profesores pueden crear sus cursos y administrarlos. Por otro lado, también es posible tomar el programa para instalarlo en las máquinas. Muchas veces, para que las instituciones educativas lo utilicen es condición necesaria que sus propias computadoras dispongan de él.
El proyecto surgió de manera espontánea y se administra de modo independiente. Como el software y el contenido son libres, cualquier usuario puede corregirlo sin problemas. “Interesados de Bolivia o bien de España nos enviaron correos porque registraron errores en los ejercicios. Y nosotros corregimos en consecuencia. Se produce un feedback que sirve muchísimo”, destaca Aloi. Para más información, ingresar al sitio web, a su plataforma o escribir un correo electrónico a [email protected]

El origen del nombre ¿por qué mumuki?

Mumuki es una canción de Astor Piazzola. La plataforma recibió ese nombre porque Franco Bulgarelli, uno de sus creadores, se confiesa un auténtico seguidor de las producciones del fallecido bandoneonista y compositor argentino.
Sin embargo, en rigor de verdad, la elección no responde a meras casualidades. “Mumuki” también es útil para ilustrar las características del proyecto: es fruto de una idea que surgió en Argentina, con un contenido desarrollado en español rioplatense, que apunta a reducir el vicio que supone usar palabras en inglés para todo lo referido al campo de la informática.

 

El software presenta dos modalidades. La primera, que es la más extendida, se vincula con la conformación de una “organización”. Aquí, los profesores pueden crear sus cursos y administrarlos. Por otro lado, también es posible tomar el programa para instalarlo en las máquinas.

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