Dos diseñadores industriales dieron vida a Lokki Lucky Lights, un novedoso artefacto de iluminación que se distingue por su diseño y originalidad. Con fuerte presencia en el mercado local, los emprendedores proyectan hacerse fuertes en Latamen 2014.
Por Natalia Riva – [email protected]
Lokki Lucky Lights es una empresa cordobesa dedicada al diseño, fabricación y comercialización de artefactos de iluminación en polipropileno (PP), “material 100% reciclable, no tóxico, lavable y de alta calidad para este tipo de productos”. El emprendimiento surgió a mediados de 2012 cuando Franco Manescotto y César Spinozzi, ambos diseñadores industriales, de 28 años, deciden abandonar sus proyectos individuales para unir sus esfuerzos en un proyecto común. Más tarde, con el objetivo de formalizar y expandir el emprendimiento, se sumó Daniel Salomón, quien hoy es el director Comercial.
Según contaron a Comercio y Justicia los emprendedores, esta iniciativa surgió, al mismo tiempo, por una necesidad y una oportunidad que detectaron en el mercado. “Teníamos las ganas de hacer lo que nos gustaba, diseñar y tener una empresa propia. Poseíamos en balanza dos proyectos, uno se trataba de máquinas pequeñas para la industria agrícola y el otro sobre lámparas. Estudiando ambos, descubrimeos en el mercado de la iluminación una falta de este tipo de producto y con una calidad y presentación destacable. Hablando con los dueños de los locales, la oportunidad emergió. A todos les encantaba el producto y lo querían pero nadie se los ofrecía”.
Así, si bien en el mercado de la iluminación hay mucha competencia, los emprendedores consiguieron crear un artefacto de iluminación con una ventaja comparativa: la presentación de los productos y su diseño. “En el mercado ningún producto es presentado con tanta calidad como el nuestro y sin ir en detrimento de los costos. Esto se debe en gran medida a nuestra formación como diseñadores industriales y a nuestro perfil innovador”, aseguraron.
Empezar y crecer rápido
En palabras de sus fundadores, el emprendimiento empezó financiándose con capitales propios. “La inversión inicial fue mínima. Cada uno de nosotros aportó 6 mil pesos para hacer el primer lanzamiento del producto, en una cantidad mínima. Empezamos con 200 lámparas y luego reinvertimos el capital aumentando nuestra producción en 600 unidades y luego en mil”, recordaron los emprendedores.
Actualmente -y luego de la incorporación de Salomón al área comercial-, la empresa está mostrando un crecimiento “exponencial y otros empresarios tienen interés en apoyar el proyecto”. En este marco, los emprendedores aseguraron que hoy tienen una producción de dos mil lámparas chicas y de 500 lámparas grandes por mes. Y para el año que viene, las proyecciones implican cuadruplicar la capacidad productiva, sólo en el mercado nacional.
Este impulso en sus ventas y producción surgió en parte como consecuencia de la presencia de la empresa con un stand en la Bienal Internacional de la Industria Eléctrica, Electrónica y Luminotécnica (BIEL), oportunidad que aprovecharon para hacer más de 180 contactos para revender sus productos. “Desde Jujuy hasta Ushuaia, hoy nuestros productos se venden en más de 30 locales en todo el país. Y en gran parte, la presencia en la feria nos sirvió para dar a conocer nuestro producto”, indicaron.
Al mismo tiempo y en consonancia con su plan de crecimiento, los jóvenes están gestionando un crédito productivo -por un monto aproximado de 3 millones de pesos- con el objetivo de comprar maquinaria en Estados Unidos que les permitirá ser más competitivos en todo sentido. “Lo que en este momento hacemos en un mes, con la nueva maquinaria podríamos hacerlo en sólo un día y, al mismo tiempo, bajar los costos productivos”.
Comercio internacional
El crecimiento que tiene pensado la empresa no se reduce sólo al mercado interno. Por el contrario, los emprendedores están apostando fuertemente al mercado internacional, con un “producto novedoso, atractivo y de bajo costo”. Por ejemplo, recientemente estuvieron en negociaciones para ingresar en dos importantes cadenas comerciales de Chile. Y también sumaron su participación a misiones comerciales en México y Bolivia, todos países donde el producto promete tener muy buena aceptación.
“Estamos muy contentos con los planes que tenemos respecto al comercio internacional. Y queremos destacar que las reuniones y misiones comerciales con grandes empresas de otros países no hubieran sido posibles sin la ayuda de la Secretaría de Comercio Exterior de la Nación, de la Fundación Exportar, de la Cancillería Argentina, del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Agencia ProCórdoba”, destacaron los jóvenes emprendedores, al tiempo que recomendaron a quienes quieran incursionar en otros mercados la ayuda de estos organismos públicos y privados.
A pesar de los buenos pronósticos de la empresa, el empuje de los jóvenes empresarios los moviliza a ir por más. Y si bien su estrategia principal está relacionada con la expansión en el mercado local e internacional, posteriormente planean la creación de nuevos productos en una de las tres líneas que tiene pensado desarrollar la empresa: en iluminación con LökkiLamps, en librería con LökkiOffice y en artículos para el hogar con LökkiHome.
Con el sello de E+E
Como tantos otros emprendimientos que hoy han encontrado su camino, los creadores de Lokki Lamps cursaron este año la capacitación que brinda la Fundación E+E. Y además de todo lo aprendido, su paso por esta institución los ayudó a reconocer sus principales errores al comienzo que, sin dudas, son un común denominador en el mundo emprendedor: “Los principales errores cometidos tuvieron que ver con la inexperiencia en la comercialización y la limitación del capital con el que arrancamos”, reconocieron.
Al mismo tiempo, también destacaron lo recibido de E+E: “Las herramientas que aprendimos en el curso nos sirvieron para anclar nuestro proyecto en una dirección y no diversificar nuestros esfuerzos en acciones que no sumaban al proyecto. Por otro lado, nos sirvió para conocer las situaciones de otros emprendedores como nosotros y poder colaborar colectivamente en el proyecto de cada uno. También nos permitió conocer el círculo de empresarios de Córdoba, que aportan con conocimientos y experiencia en nuestros proyectos y que poco a poco nos invitan a ser parte del mismo”.