El doctor Juan Marini, director ejecutivo del Hospital Evita Pueblo de Berazategui y coordinador de los ensayos clínicos en Fase 3 de la vacuna alemana contra el coronavirus CureVac-004, que comenzaron ayer en el país, aseguró que calculan que “en un mes estaríamos terminando las pruebas en la Argentina y en el mundo, y estaríamos en condiciones de verificar su efectividad”.
“En este momento ya llevamos 13 mil vacunados en todo el mundo, en mayor cantidad en Europa, en países como Holanda, Bélgica y Alemania, y en número más reducido en América, en México y Perú donde se comenzó con los ensayos”, explicó Marini.
“De estos 13 mil, ninguno presentó complicaciones graves. De ahí que se plantea -como ya se presentó en la Fase 2B- como una vacuna segura y veremos su eficacia cuando termine la Fase 3, si es del es del 92, 94 o 96%”, indicó.
El director del Hospital Evita Pueblo explicó que “siendo esta una vacuna que se desarrolló siguiendo el principio de ARN Mensajero -la misma que emplean otras como Pfizer o Moderna- tiene con ellas algunas diferencias, aunque no sustanciales”.
“Una diferencia es que necesita una menor dosis de componente. Mientras que la vacuna CureVac necesita 12 microcramos, la de Pfizer necesita 30 y la de Moderna 100. Esto significa que se pueden producir más cantidad de vacunas en menor tiempo”, aclaró Marini.
Sobre la temperatura
Con respecto a la temperatura, el investigador señaló que todas estas vacunas necesitan una temperatura de -70 grados, pero en el caso de la CureVac, después tiene la posibilidad de estar unas 16 horas en una temperatura de heladera común, “un tiempo muy apropiado y práctico para su operatividad”, aseguró.
“Lo que nos preocupa a todos es la aparición de las nuevas cepas, sean las de Brasil (una en Manaos y otra distinta en San Pablo), las de África de las que no se sabe mucho y la del Reino Unido, aunque de esta última se conoce un poco más y sabemos que cualquier vacuna las está cubriendo. Sin contar que no sabemos si habrá más mutaciones más adelante”, agregó.