ESCUCHARCon la participación de legisladores nacionales por Córdoba, autoridades sanitarias y universitarias, obras sociales universitarias y de consejos y asociaciones profesionales entre otros, se habló de la necesidad de crear un fondo de reaseguro y de avanzar en una ley que atienda la cobertura de enfermedades catastróficas
Un reciente fallo de la Justicia Federal que impuso a la Dirección de Asistencia Social del Personal Universitario (Daspu) costear el tratamiento para un niño con atrofia muscular espinal (AME) -una enfermedad poco frecuente que destruye las neuronas motoras inferiores- puso en debate el avance de la medicina moderna y su impacto en el financiamiento de los sistemas de salud. Concretamente, la Cámara Federal de Apelaciones ordenó que la obra social pague 30% y la Nación, el 70% restante.
En este contexto, el rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Hugo Juri, propicia un espacio de discusión e intercambio de ideas para la generación e implementación de políticas públicas a mediano y largo plazo que den respuesta a los avances que plantea la medicina moderna y su alto costo, teniendo en cuenta su impacto en la sustentabilidad de los sistemas de salud.
Para comenzar con el debate, ayer se realizó un foro del que participaron legisladores nacionales por Córdoba, autoridades sanitarias y universitarias, obras sociales universitarias y de consejos y asociaciones profesionales, comunicadores y representantes de medios de comunicación, investigadores y referentes de esta temática.
Este espacio busca brindar insumos estratégicos y normativos que permitan dar respuesta efectiva a esta problemática que devienen tanto del desarrollo de la industria farmacéutica como de la investigación en las ciencias de la salud. El objetivo es sensibilizar y hacer visible esta compleja realidad y comprometer a los distintos actores de la sociedad en la búsqueda de soluciones sustentables.
Dos propuestas
En el debate se estableció la necesidad de crear un sistema de fondo de reaseguro, similar al de las obras sociales sindicales, para responder ante este tipo de emergencias. Estos fondos podrían ser utilizados no sólo para estas “enfermedades catastróficas” sino también en tratamientos, como pueden ser oncológicos, donde se utilizan técnicas de medicina moderna con tratamientos de altos costos.
También, en concreto, se les pidió a los legisladores nacionales que estuvieron presente -Diego Mestre y Juan Brügge- que impulsen una ley que incluya a las obras sociales universitarias en la cobertura de segundo nivel de la que gozan sus pares sindicales y que les permiten enfrentar estos costos extraordinarios sin poner en riesgo su sustentabilidad económica.
En palabras de Juri, la medicina de este siglo, con sus avances tecnológicos, hace que los costos de los medicamentos se disparen de manera exponencial y, para el financiamiento de estos tratamientos, las estructuras de las obras sociales no están preparadas. Por último, destacó que es el Estado el que debe negociar con los laboratorios al menos hasta que se diseñe otro modelo de salud con cobertura de segundo nivel.
Por su parte, el decano de la facultad de Ciencias Económicas de la UNC, Jhon Boretto, explicó que el objetivo es discutir sobre “ciertos tratamientos que son muy costosos y dificultan el sostenimiento a largo plazo de las obras sociales”.
“Si la Justicia obliga a cubrir estos tratamientos, pueden desfinanciarse y dejar a muchos afiliados sin cobertura. El rector está impulsando reuniones con autoridades de todos los niveles para pensar alternativas, como un seguro nacional, que pueda dar cobertura a este tipo de situaciones, pero que además se sostengan las obras sociales”, indicó.
