Según un estudio del Observatorio de Tendencias de la Universidad Siglo 21, la resiliencia es el atributo destacado en la medición 2023, lo que refleja un cambio en la percepción de los argentinos sobre su capacidad de enfrentar desafíos y adaptarse a situaciones adversas.
El Hub de Conocimiento Insight 21 reveló una imagen compleja y multifacética de la identidad argentina, con determinados atributos que se mantienen estables a lo largo del tiempo y otros que han experimentado cambios significativos.
Los resultados revelaron la identificación de cinco tipos de argentinos/as: “buena gente”, “sociable”, “corrupto/a”, “agrandado/a” y “resiliente”.
La investigación se realizó en dos etapas -marzo de 2016 y 2023-, con un total de 2.100 personas del país (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Corrientes, San Miguel de Tucumán, Comodoro Rivadavia y Mendoza).
Un análisis entre los atributos identificados permite observar que los términos “buena gente”, “agrandados/as”, “corruptos/as” y “apasionados/as” se mantuvieron de manera similar entre 2016 y 2023.
Por otro lado, los atributos “sociables” y “trabajadores/as” experimentaron un aumento sustancial este año.
Cabe destacar que el atributo “resilientes” tuvo una mínima mención en 2016 y adquirió una centralidad significativa en 2023. Esto refleja un cambio en la percepción de los argentinos sobre su capacidad para enfrentar desafíos y adaptarse a situaciones adversas.
Su inclusión en la identidad promueve una mentalidad de superación y perseverancia frente a las dificultades, lo cual fortalece la cohesión social.
“En los últimos años, los argentinos/as hemos afrontado desafíos significativos, incluyendo la pandemia, lo cual generó una mayor conciencia de nuestra capacidad para superar obstáculos. Esto transformó nuestra perspectiva y fortaleció nuestra confianza para adaptarnos y enfrentar situaciones difíciles, y a la vez, nos dejó una visión más optimista sobre la importancia de perseverar para lograr nuestros objetivos. El fortalecimiento de esta mentalidad resiliente entre los argentinos/as puede tener un impacto significativo en la cohesión social del país, fomentando una sociedad más unida y solidaria”, valoró Leonardo Medrano, director de Insight 21.
El atributo de “buena gente” se destaca como uno de los elementos más centrales en la identidad argentina, lo cual sugiere una valoración de la solidaridad, amabilidad y empatía como rasgos positivos en la sociedad. Estos aspectos contribuyen a fomentar relaciones armoniosas y cooperativas entre las personas, fortaleciendo así la cohesión social.
En cuanto al aumento en la mención del atributo “sociables” en 2023, indicaría una valoración de la sociabilidad y la alegría como aspectos importantes de la identidad argentina.
Sin embargo, es relevante tener en cuenta que este atributo también se asocia con elementos negativos como la corrupción, lo cual propone una percepción ambivalente respecto a la sociabilidad. Esta ambivalencia puede afectar la confianza y la cooperación entre los miembros de la sociedad.
En diálogo con Comercio y Justicia, Medrano explicó que, para relevar estos datos, se utilizó una técnica llamada “Red Semántica”, mediante la cual se les pide a las personas que digan palabras que describan a los argentinos. En función de las que se digan con más frecuencia y de la co-ocurrencia (palabras que aparecen asociadas) se van identificando perfiles.
“La personalidad resiliente se ve asociada a la de emprendedores. Hay dos elementos importantes: apareció este componente del emprendedurismo como una persona que puede desarrollar un proyecto propio para superar las adversidades. También, muchos argentinos descreen de alguna manera, o no se sienten del todo confiados con la presencia del Estado y sienten que tienen que desarrollar un rol más activo para lograr una buena calidad de vida. Ha crecido una visión de menor dependencia del Estado”, concluyó.
Contradicción
Un análisis que surge de los aspectos identificados por los argentinos es la contradicción que existe entre algunos atributos y el de “corruptos/as”.
“Lo de corrupto/a no es algo meramente asociado a la política sino que se habla de argentinos como personas que son avivadas, con astucia, que hacen un uso de sus vínculos para tener algún tipo de provecho. O son personas que pueden ser muy sociables y agradables pero que pueden estar buscando algún tipo de beneficio de una forma moral cuestionable. Es una característica que aparece estable en los estudios”, explicó el director de Insight 21.
Para Medrano, se observa una ambivalencia porque convive “el buena gente” con “corrupto”, y es uno de los factores que contribuyen al mantenimiento de muchos de los problemas que hoy tiene Argentina.
“Es muy difícil asociarse, emprender, trabajar con otras personas si uno está cuidándose de que la otra persona no tenga una ventaja indebida, no se aproveche de uno; es un factor que deteriora la cohesión. Hoy la principal antinomia en el país está relacionada con lo moral: hay gente que percibe que hay muy buena gente en el país pero que hay otro sector de la población que se está aprovechando de esa buena gente. Eso tiene un impacto fuerte a nivel de identidad pero también a nivel práctico”, finalizó.