El objetivo de la normativa es garantizar equidad y calidad en el acceso a diagnóstico y tratamiento en todo el país
La reglamentación se efectivizó mediante el decreto 68/2023 publicado en el Boletín Oficial, con las firmas del presidente Alberto Fernández; del jefe de Gabinete, Juan Manzur, y de la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
La Ley de Creación del Régimen de Protección Integral del Niño, Niña y Adolescente con Cáncer Nº 27674 fue aprobada por unanimidad en junio de 2022 por el Congreso de la Nación. Crea el Programa Nacional con ese nombre, que busca reducir la morbimortalidad en esos grupos etarios y garantizar sus derechos en todas las fases de esta enfermedad.
Además, establece una asignación económica de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) a los pacientes que se encuentren con tratamiento activo.
También contempla la gratuidad para viajar en el transporte público, la garantía para el acceso a la educación y a una vivienda adecuada o a la adaptación de la vivienda familiar, para los pacientes en situación de vulnerabilidad social.
Asimismo, la emisión de licencias laborales especiales para uno de los progenitores o para quien esté cargo del acompañamiento del paciente que esté en relación de dependencia.
En este caso, durante la licencia el trabajador o la trabajadora percibirá una suma igual a la remuneración bruta que le hubiese correspondido percibir, se indicó en un comunicado.
La iniciativa establece la obligatoriedad de inscripción en el Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (ROHA), dependiente del Instituto Nacional del Cáncer (INC), de los pacientes de hasta 18 años de edad inclusive, de instituciones públicas o privadas, así como la creación de un centro coordinador que dependerá del Ministerio de Salud y funcionará en el ámbito del Hospital Garrahan.
La autoridad de aplicación será el INC, organismo descentralizado actuante en el ámbito del Ministerio de Salud, que deberá coordinar con las jurisdicciones y organismos nacionales competentes en la materia.
Hallazgo
Por otro lado, también con relación a la enfermedad del cáncer, la semana pasada se conoció que investigadores del Conicet demostraron in vitro que un anticuerpo monoclonal que desarrollaron podría bloquear la proteína galactina 1 (Gal-1), la que, según comprobaron en muestras de pacientes, cumple un rol clave en la resistencia frente a un tratamiento innovador (bevacizumab) de personas con melanoma.
“Nosotros habíamos demostrado ya que el bloquear Gal-1 podía ser relevante terapéuticamente. Si bien aún no hicimos ensayos clínicos, en este estudio pudimos mostrar el desarrollo de un nuevo anticuerpo monoclonal para bloquear Gal-1, que se pude usar en humanos y que funciona para bloquear los efectos proangiogénicos de la Gal-1 presente en el plasma de pacientes tratados con bevacizumab”, detalló el investigador Diego Croci, quien, junto a Gabriel Rabinovich, dirigió el grupo de investigación, tarea conjunta entre el Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme, Conicet) y el Instituto de Histología y Embriología de Mendoza (IHEM).
“Por un lado, este trabajo viene a confirmar la hipótesis ya vista en modelos experimentales de que Gal-1 activa mecanismos de resistencia frente a las terapias antiangiogénicas, y, por otro, presenta una potencial terapia para dar respuesta a este problema”, añadió Croci.
Para comprender de qué se trata el avance científico es necesario explicar el concepto de angiogénesis: es la capacidad del organismo de formar nuevos vasos sanguíneos a partir de otros preexistentes, proceso fundamental durante el desarrollo y el crecimiento, así como también en la cicatrización de las heridas.
Sin embargo, la angiogénesis también es inducida por los tumores para abastecerse de nutrientes y oxígeno, y así poder crecer y diseminarse; esto llevó al desarrollo de terapias antitumorales conocidas como terapias antiangiogénicas, que apuntan a bloquear la proliferación de vasos sanguíneos, con el objetivo de reducir el flujo de sangre que llega al tumor.
El éxito de este tipo de terapias en el tratamiento de distintos tipos de cáncer ha sido dispar, dado que un gran número de tumores desarrollan mecanismos de resistencia que no permiten la inhibición de la angiogénesis.
No obstante, el aporte del trabajo reciente -publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y realizado por las y los investigadores Nadia Bannoud, Juan Carlos Stupirski y Alejandro Cagnoni- fue demostrar esto mismo pero con muestras de pacientes con melanoma en el marco de un ensayo clínico multicéntrico, llamado Avast-M, en el que se estudiaba el tratamiento con bevacizumab.
“Nosotros recibimos las muestras y cuantificamos la cantidad de Gal-1 que había presente en el plasma”, detalló Stupirski.
Al analizar los resultados, observaron que el incremento de Gal-1 en el tiempo era un indicador de un mayor riesgo de recurrencia de la enfermedad y de muerte, y cuanto mayor era la proteína más era la capacidad del tumor de mantener la capacidad de generar nuevos vasos.
En el mismo trabajo, el grupo demostró que el proceso de formación de vasos se puede inhibir mediante el bloqueo de Gal-1 con un anticuerpo monoclonal desarrollado por el equipo.