En febrero hay quienes aún están decidiendo qué estudiar. Algunas sugerencias: comenzar por desechar aquellas ramas de estudio por las que no se tiene preferencia para acortar el abanico de opciones, conversar con profesionales del sector y analizar los planes de estudios.
Una de las preguntas más habituales a los jóvenes que terminan la escuela secundaria es sobre su futuro profesional. En algunos casos, la respuesta se presenta de manera sencilla y viene asociada con un deseo que tienen desde más chicos; otras veces aparece como una gran incógnita difícil de resolver. En este marco, Universidad Siglo 21 presentó ocho recomendaciones para orientar y ayudar a los jóvenes en su búsqueda profesional:
1. Comenzar por los “no”: muchas veces es más sencillo especificar las ramas de estudio por las que no se tiene preferencia o que generan menor entusiasmo. Esta definición permite recortar el abanico de opciones de carreras universitarias.
2. Definir fortalezas y debilidades: otro ejercicio es escribir las tareas que resultan más interesantes y las que se imagina realizando de manera habitual así como aquellas para las que se tenga mayor facilidad. De esta manera, se continúan descartando opciones para realizar una elección acorde a los intereses.
3. Conversar con profesionales del sector: proponen indagar en las profesiones que ejercen y tareas que realizan los graduados de las carreras. Así, se puede tener un panorama real sobre la salida laboral de las diferentes carreras y los ámbitos de desempeño que pueden ser fábricas, oficinas, etcétera.
4. Analizar el plan de estudios: otra forma de acercarse a la carrera es investigar sobre el plan de estudios, la cantidad de materias que incluye, los contenidos mínimos, los programas, etcétera. Incluso muchas carreras poseen un enfoque más práctico a través de talleres o experimentación.
5. Informarse sobre las modalidades de cursada: en la actualidad, con la masificación de las nuevas tecnologías, muchas universidades brindan la posibilidad de cursar de manera 100% virtual o semipresencial, esto puede resultar una facilidad para algunos.
6. Informarse sobre la duración: existen numerosas opciones en relación a la duración de la carrera. Por un lado están las licenciaturas, que se extienden a partir de cuatro años, por otro las tecnicaturas de dos años y medio, y finalmente las diplomaturas que duran seis meses. Asimismo, hay una gran variedad de cursos cortos o de verano que pueden resultar una opción más corta de terminar de definirse.
7. Conocer la salida laboral y el campo de desempeño: todas las carreras definen un perfil del graduado, así como su campo de desempeño. Es importante conocerlo y la salida que ofrece en la actualidad el mercado laboral, para no llevarse sorpresas. Lo mismo con el rango de salarios ofrecidos.
8. Asesorarse sobre el aval de los títulos ofrecidos: la oferta universitaria es extensa, pero no todas otorgan títulos avalados por el Ministerio de Educación de la Nación o bien títulos de reconocimiento internacional. Es importante conocer cuáles son aquellas que ofrecen este tipo de avales.