En esta época es común la compra de productos de elaboración casera en puestos al paso. En estos casos, hay que asegurarse de que estén correctamente etiquetados, habilitados y con fecha de vencimiento.
Con la llegada del verano y las altas temperaturas es importante tener presente ciertas recomendaciones, principalmente, con relación al consumo y cuidado higiénico de los alimentos.
“En esta época del año, se hace muy común la compra de productos en puestos ambulantes, caseros o artesanales. En estos casos, se debe asegurar de que estén correctamente etiquetados, habilitados y con fecha de vencimiento. De lo contrario, evitarlos, por no cumplir con una garantía sanitaria”, advirtió la nutricionista Mariana Posse mediante la consejería a la comunidad que tiene el Colegio de Nutricionistas de Córdoba.
En una serie de cinco consejos, resaltó que ante el aumento del consumo de alimentos crudos, como ensaladas de vegetales o licuados de frutas, es indispensable la elección de alimentos sanos y frescos, así como su correcta higiene, utilizando agua potable y segura. “Estas recomendaciones son a fin de evitar la proliferación de microorganismos -favorecida por las altas temperaturas- y consecuentes patologías, como la gastroenteritis”, sostuvo.
Además, se debe tener en cuenta que el calor influye en la descomposición de los alimentos. Es decir, es necesario tener cierto cuidado a la hora de conservarlos y manipularlos.
“Aquellos productos que requieran refrigeración no deben cortar su cadena de frío, sino que deben ser consumidos al instante de retirados del medio de enfriamiento. En caso de tener que transportarlos, se colocaran en conservadoras, asegurando que la temperatura óptima se mantenga, y serán los últimos alimentos colocados y los primeros en ser consumidos”, aclaró.
Evitar la “pesadez”
Es importante tener en cuenta, también, el fraccionamiento de las ingestiones a lo largo del día.
Para la especialista, “al realizar pocas comidas y copiosas, se sobrecarga al organismo de energía y trabajo digestivo, favoreciendo la sensación de ‘pesadez’. Este proceso se ve influenciado, además, por el consumo desmedido de productos y preparaciones ricas en grasas, por lo que se recomienda disminuirlos en la alimentación”.
Finalmente, otro aspecto muy importante a tener en cuenta es un adecuado consumo de líquidos. Ante la existencia de temperaturas elevadas, el organismo pone en marcha un mecanismo de regulación de la temperatura corporal, en el cual se eliminan agua y toxinas mediante la transpiración. Por ello, el cuerpo esta más predispuesto a sufrir deshidratación y se aconseja un mayor consumo de agua principalmente, aunque se pueden incluir otros, como jugos, aguas saborizadas, soda, amargos, etcétera.
Los consejos descriptos buscan evitar posibles patologías e intoxicaciones alimentarías propias de las vacaciones de verano.