Estudio cordobéss sobre ataques sexuales intrafamiliares revela el doble impacto que sufren los menores sometidos a múltiples pericias
Por Carolina Klepp / [email protected]
Una investigación realizada en la Justicia cordobesa sobre denuncias de abuso sexual infantil intrafamiliar advierte que, al sufrimiento que padece el niño o niña violentado, se suma una reiterada victimización por nuevos sufrimientos derivados de prácticas inadecuadas en el sistema judicial. Entre ellas, múltiples pericias que conllevan un alto impacto a quien debe contar, una y otra vez, los vejámenes vividos.
Sobre ésta y otras prácticas que se están llevando adelante en los tribunales investigó un grupo comandado por Olga Puente de Camaño, psicóloga e investigadora de la UNC, quien recientemente presentó los resultados del estudio “Análisis descriptivo de las intervenciones judiciales realizadas en el autor y en la víctima, a partir de la denuncia de abuso sexual intrafamiliar en las fiscalías de Villa Carlos Paz, en el período 2008-2011”.
Para ello relevaron una muestra de 29 expedientes, siete de ellos con más de una víctima, por lo cual se detectaron 29 autores y 36 víctimas (ver perfiles en los recuadros).
En el marco de la presentación en el Centro de Perfeccionamiento “Ricardo Núñez”, del Poder Judicial, que acaba de publicar los resultados, Camaño señaló que el interés por conocer las distintas intervenciones que han tenido las fiscalías tras las denuncias recibidas radica en que “las respuestas institucionales son muy importantes en la recuperación de las víctimas y para el abordaje de una problemática tan compleja como es el abuso sexual infantil dentro de la familia”, señaló la autora a Comercio y Justicia.
“Conocer de qué manera se interviene, en qué tiempos, con qué objetivos, en quiénes es de suma importancia cuando pensamos en la prevención. Para que esas intervenciones sean lo más estudiadas y trabajadas para que ayuden al proceso de recuperación de las víctimas”, agregó.
Al respecto, entre las conclusiones a las que se arribó, advierten que 47% de las víctimas recibe tres intervenciones psicológicas con diferentes profesionales y en diferentes lugares de asistencia. “Se trata de entrevistas en las que tienen que dar fe reiteradamente de su victimización”, lamentan. Por otra parte, los investigadores consideran que la práctica privilegiada debería ser la intervención simultánea sobre el autor y la víctima por estar comprendidos ambos en un mismo grupo familiar.
“Advertimos que se interviene preferentemente sobre la persona del niño/a víctima, quien termina siendo el testigo de lo acontecido y sometido a diversas intervenciones médico-psicológicas mucho antes de que se intervenga sobre la persona del autor (el que es en la mayoría de los casos solamente notificado de la situación denunciada)”, sostienen.
Mayoritariamente, los abusadores pertenecen a los estratos bajos de la sociedad. El estudio afirma que este segmento tiene una mayor permeabilidad para ser detectado por el sistema de justicia. “Es de destacar que existe una importante cifra negra de este tipo de delitos vinculados a las clases sociales medias y altas en las que más fuertemente se silencian estos casos”, se puntualiza.
“Es necesario revisar”
Para la especialista, “es necesario revisar el tipo de intervenciones que actualmente se realizan en casos de abuso para evitar procesos de revictimización secundaria. Por ejemplo: los tiempos en que se hacen los estudios o las intervenciones, la cantidad de intervenciones que se hacen sobre una misma persona, el desconocimiento de algunos derechos que tiene las personas que intervienen en esa situación”. Camaño también hizo otro llamado de atención: “ Hay intervenciones que tienen que ser convenientemente unas primeras que otras, por ejemplo la intervención en la Cámara Gesell y la pericia. Son cuestiones importantes que se respeten ciertos tiempos y eso, a veces, está trastocado”.
Finalmente, estimó que “si bien todo maltrato a un niño es una situación muy difícil y dolorosa, el abuso sexual infantil dentro de la familia es una problemática aún mucho más compleja. Sugerimos revisar todos los procedimientos e intervenciones, porque creemos que la respuesta que tenga el Estado y las instituciones van a poder ayudar mejor a la víctima”.
Abusador: 59% padre o padrastro
– La mayoría de los autores es hombre (97%), de entre 20 y 49 años, mayoritariamente con nivel primario de instrucción, con una subocupación (changa o jornaleros) o desocupados.
– Treinta y uno por ciento de los autores del delito tiene antecedentes delictivos y, de éstos, por lo menos la mitad presenta más de un antecedente.
– Con respecto a las características vinculares, la mayoría de los autores se encuentra en pareja (45%), son los padres biológicos o padrastros de las víctimas (59%) y convivientes con ellas (62%). Es de destacar que 72% de los autores presenta un vínculo cosanguíneo con la víctima.
– Modalidad de abuso: 64%, sin acceso carnal , y 17% de los casos, con acceso carnal.
– De los datos relevados sólo dos autores tuvieron sentencia, el resto está en estado de investigación y/o sumario.
Víctimas: 72% es mujer
– La mayoría de las víctimas es mujer, menor de 11 años, cursando estudios primarios, que convive con el autor del abuso, que ha presentado en 14% del total patologías orgánicas vinculadas directa o indirectamente con el abuso sexual.
– El grupo familiar al que la niña/o pertenece se modifica en la mitad de los casos luego de la denuncia de abuso, siendo mayoritariamente el niño quien debe cambiar de grupo familiar (50%).
– Se destacan las numerosas intervenciones psicológicas acontecidas en menos de un año sobre el niño víctima; 47% de éstos son intervenidos en la Unidad Judicial de la Mujer (UJM), deben dar su declaración en Cámara Gesell y someterse a un proceso pericial psicológico, siendo la intervención de la UJM en su mayoría simultánea con la denuncia del abuso sexual (47%) o con un día de diferencia (19%).
Morteros
Nuevo caso de adolescente embarazadatras violaciónUn hombre de 60 años fue detenido en la ciudad de Morteros acusado de abusar sexualmente de una adolescente de 14 años, quien está embarazada de ocho meses. La fiscal de esa jurisdicción, Betina Croppi, confirmó que el detenido (ahora en San Francisco) tiene una relación “intrafamiliar” con la víctima, según difundió Radio Belgrano Suardi. La investigación, que derivó en la detención del supuesto autor comenzó a fines de 2011, cuando trabajadores sociales advirtieron que había una adolescente en riesgo. Tras tomar conocimiento del caso, la denuncia fue radicada por el asesor letrado de Tribunales. Croppi indicó que la chica está cursando el octavo mes de embarazo. “Hasta ahora -señaló- la investigación indica que no hay más que una sola víctima del accionar del detenido”.