Columna de Opinión
Por Lic. Mariano Echegaray Ferrer
Cuánto será finalmente el traslado de las bajas de retenciones al productor, será un punto a dilucidar a partir de la próxima semana, cuando se tenga conocimiento completo del decreto que establezca y formalice la medida. Lo que podemos estimar es que no sería una cuestión lineal al ajuste de la baja de los derechos de exportación (DEX) hacia precios y, más allá de esta situación, mejorar la expectativa del margen del negocio.
En cuanto a la presión fiscal será una mejora en razón de la participación del Estado en la renta agrícola, que es explicada en más del 65% de su participación por las retenciones. Esta baja debe mejorar esa relación llevándola próxima al 50%.
La baja de las retenciones viene de la mano de un impuesto no coparticipable, es decir que las provincias no reciben participación sobre el mismo.
Una baja de los DEX implica mejora en las recaudaciones de impuestos coparticipables (participan las provincias). Es por esto que se debería rever Ingresos Brutos (IIBB) sobre los productos y servicios que afectan los costos del agro. Recordemos que la venta de productos primarios en la mayoría de las provincias productoras se encuentra exentos, pero la comercialización de fitosanitarios, semillas, fertilizantes – por mencionar solo algunos – se encuentran gravados. Los más relevantes son los servicios agrícolas que se prestan vinculados con siembra, fumigación, cosecha y transporte que se encuentran gravados en IIBB.
Una buena medida que vaya en consonancia con la mejora de la rentabilidad de los productores es una baja o eliminación de las alícuotas del impuesto. Tengamos claro que IIBB es un impuesto en cascada y que el último eslabón de la cadena es quien lo paga acumulado, en este caso el productor.
Ahora analizando aspectos técnicos en cuanto a las perspectivas de recaudación de los derechos de exportación (DEX), se presenta una clara mejoría, donde pasaríamos de los USD 5.400 millones de recaudación en el 2024 a más de USD 8.000 millones para el 2025. A lo anterior se suma que una baja de los DEX no es lineal contra caída de recaudación, esto en razón de que mejora la recaudación de otros impuestos coparticipables como es el caso del IVA, apuntando a un efecto derrame dentro de la actividad.
Es muy destacable que el gobierno se hizo eco del reclamo del campo que no se fundaba en un capricho sino en una necesidad genuina frente a un escenario de pérdidas.
* Especialista en impuestos y gestión agropecuaria.