ESCUCHARLa mirada de referentes de la psicopedagogía, pediatría y educación difiere. Quienes apoyan, subrayan que mejora el resultado educativo. Los opositores advierten de que la responsabilidad de la educación en esa edad está en los padres. Al medio, quien propone acceso universal antes de apoyar la obligatoriedad.
El anuncio del gobernador Juan Schiaretti sobre la obligatoriedad de la escolarización para los niños de tres años -medida que impulsará por ley- generó distintas repercusiones entre especialistas, algunos a favor, otros en contra.
Consultada por Comercio y Justicia, la vicepresidenta del Colegio Profesional de Psicopedagogos de la Provincia, Noelia Franco, consideró que “la idea es interesante y es una buena instancia para aquellos niños muy vulnerables que lo necesitan; aunque habría que evaluar el tema de la obligatoriedad. Creo que habría que universalizarlo, es decir, que haya acceso a esta posibilidad para quienes lo necesitan”.
La psicopedagoga recalcó que los primeros años son fundamentales para la construcción psíquica del niño y esto conforma la base para futuros aprendizajes.
“Hay muchos chicos que están solos en sus casas y, en esa instancia (de sala de 3) se podrían trabajar sobre el desarrollo y los hábitos de higiene”, agregó.
Franco también advierte de que en los casos de los niños en situación de vulnerabilidad, si no fuera obligatoria la medida, se corre el riesgo de que queden fuera del sistema. Por otro lado, sostiene que las salas de tres años no deben ser espacios de abandono de niños por parte de padres que “aprovechan” para dejarlos en algún lugar. Sostuvo que que lo ideal sería incluir también a los padres para sostenerlos en la crianza.
Más opiniones
Ayer también dio su opinión el pediatra Enrique Orchansky, quien se manifestó en contra de la iniciativa.
En declaraciones a Radio Mitre, dijo que la medida “significa exponer a una población muy sensible a las infecciones: más bronquitis, más neumonías, piojos, gastroenteritis”.
Asimismo, advirtió de que imponer la sala de tres años también coloca una distancia entre niños y padres, cuando el que debe educar es el padre. “Los límites empiezan en la educación de los primeros tres años”, recalcó.
Orchansky planteó que aunque es una realidad que miles de niños de tres años asisten a guarderías, “el tema es no hacerlo obligatorio”. “Hay gente que no lo manda a una guardería hasta los 3 ó 4 años y gente que lo necesita porque no le queda otra tiene la posibilidad”, sostuvo. “¿Estamos resolviendo el tema laboral de los padres o el de los chicos?”, cuestionó.
Por su parte, el exministro de Educación de la Nación, Hugo Juri, se manifestó a favor de la propuesta de Schiaretti. “Está reconocido a escala internacional que mejora sustancialmente el resultado de los niños una vez que comienzan en el período formal de la educación”.
