Especialistas en recursos humanos sugieren dividir las tareas en tres: de importancias “normal”, “urgente” e “inmediata”, y atender a la última categoría. Y hacer pausas recreativas en la jornada laboral.
Con balances anuales, múltiples evaluaciones y preparativos y proyecciones para 2016, fin de año es uno de los tiempos de mayor exposición al estrés laboral. El exceso de trabajo, las reuniones y el panorama de fin de proyectos durante las últimas semanas del año adquieren una dimensión mucho más importante.
Ante este escenario, existen muchas personas que caen en cuadros de estrés. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), éste es una “enfermedad peligrosa para las economías industrializadas y en vías de desarrollo, que perjudica la producción al afectar la salud física y mental de los trabajadores”. Las personas denominadas “trabajólicas” (workholics) son las que están más expuestas por los excesos de cargas de trabajo.
Hay factores internos que están relacionados, por ejemplo, con la poca tolerancia a la frustración, la excesiva autoexigencia, la dificultad de organización, y que muchas veces olvidan que deben trabajar para vivir y no vivir para trabajar. Esta actitud afecta el rendimiento personal y, por ende, el de la organización, pero también se extrapola a lo personal y familiar.
Por ello es de vital importancia manejar y controlar a tiempo los primeros síntomas de tensión, como irritabilidad, ansiedad, insomnio, dolores de cabeza -entre otros-, a fin de evitar severos daños posteriores tanto físicos como psicológicos.
El sitio especializado en recursos humanos Trabajando.com lanzó una serie de medidas para prevenir los estados de estrés en diciembre.
“En primer lugar, es preciso hacer foco en el trabajo y deliberar por dónde se va a empezar.
Es muy probable que se puedan dividir las tareas entre las que tienen importancias normal, urgente e inmediata. Las que entran en esta última categoría serán las que se atiendan primero”, sugieren los especialistas.
Luego, es necesario organizar el calendario y las metas que se buscan alcanzar, sin intentar abordar muchas cosas a la vez. No hace falta sobreexigirse y, en la medida de lo posible, es mejor delegar o pedir ayuda en aquellos temas que puedan ser trabajados por un tercero.
Esto, ciertamente colaborará con el manejo y control de las situaciones estresantes.
Dividir el día
“Es importante aprender a manejar los horarios y dividir el día. Tomar unos minutos de descanso para respirar y mover brazos y piernas nunca está de más. Si la mayor parte del tiempo de trabajo se desempeña sentado, es conveniente usar algunos intervalos para ir a tomar un café o un vaso de agua. Eso ayudará a mejorar la concentración y el rendimiento”, sugieren.
Buscar algún deporte para practicar, juntarse con amigos u otras opciones para despegar de la rutina y del exceso de trabajo son medidas que pueden ayudar a combatir síntomas de estrés y a evitar que éste derive en una enfermedad mayor.
Una advertencia para las empresas: es importante que junto a las precauciones que debería tomar cada trabajador, las empresas también adopten medidas para disminuir el estrés de sus empleados. Las compañías pueden dar los espacios para permitirles hacer pausas o realizar actividades recreativas para mejorar su rendimiento y calidad de vida en general.