La sed intensa es uno de los primeros signos de deshidratación. Para evitarla, es necesario beber regularmente agua segura a lo largo de todo el día, dijo la cartera sanitaria.
Abundante agua potable para mantenerlos hidratados, higiene en la manipulación de sus alimentos y evitar exponerlos al sol son claves para evitar diarreas y otras complicaciones a bebés y niños pequeños, uno de los grupos más vulnerables ante la ola de calor. El Ministerio de Salud difundió ayer medidas de precaución para evitar la deshidratación, la diarrea y otros cuadros que pueden afectar a los chicos y agravarse en poco tiempo.
“Con estas temperaturas”, que durante el día superan largamente 30 grados y mantienen el calor durante la noche, “debemos cuidar especialmente la salud” de los niños quienes, con los adultos mayores, “son los más vulnerables en estos períodos climáticos extremos”, advirtió el titular de esa cartera, Juan Manzur.
La sed intensa es uno de los primeros signos de deshidratación y, para evitarla, es necesario beber regularmente agua segura, a lo largo de todo el día.
Los bebés de pecho no necesitan hidratación adicional a la leche materna pero deben ser amamantados “a demanda”, es decir, sin horario y todas las veces que lo pidan.
Es preferible evitar las bebidas gaseosas y los jugos artificiales, por su carga de azúcar y otros ingredientes. El agua potable y los jugos naturales son sanos y suficientes.
Higiene
La higiene es esencial para prevenir la diarrea y otras enfermedades. Es importante lavarse las manos con agua y jabón antes y después de manipular alimentos, antes de comer, luego de tocar alimentos crudos y antes de tocar los cocidos.
También hay que lavarse las manos luego de ir al baño, de cambiarle los pañales al bebé, después de manipular basura o desperdicios, de tocar objetos “sucios” como dinero, llaves, pasamanos y otros y al llegar a casa, viniendo de la calle.
El agua para beber, cocinar y lavar la vajilla debe ser potable. Si no se dispone de agua de red se aconseja hervirla entre dos y tres minutos, o bien agregarle dos gotas de lavandina por litro y dejarla reposar media hora antes de consumirla.
Como los alimentos se descomponen rápidamente en los días de calor, lo mejor es preparar la cantidad justa que se espera consumir, para evitar que sobren. Los alimentos frescos no deben quedar fuera de la heladera para evitar cortar la cadena de frío.
La carne -en especial la picada- debe cocinarse hasta que alcance 70° en su interior. Como regla práctica, hay que cocinarla hasta que pierda el color rosado en el centro.
Además, es importante evitar el contacto entre los alimentos crudos y los cocidos: si se corta un pollo cocido en la misma tabla y con los mismos cubiertos con los que antes se lo cortó en crudo, puede quedar tan contaminado como antes de cocinarlo, ejemplificó el Ministerio.
Por eso, indicaron, deben usarse distintos utensilios para carnes crudas y para las verduras.
Cuidados en bebés
Los bebés menores de un año no deben ser expuestos al sol de manera directa y hay que evitarlo entre las 10 y las 16 para los niños pequeños, que siempre tienen que usar gorros y filtros solares. Si el bebé tiene diarrea, los especialistas recomiendan no suspender la lactancia, colocarlo al pecho a intervalos más cortos y continuar con la alimentación habitual, excepto verduras crudas y cítricos. En caso de que tome otra leche, continuar con ella más seguido y sin diluir.
A los bebés de más de seis meses hay que ofrecerles con frecuencia agua potable, caldos caseros o sales de rehidratación oral reconstituidas. La diarrea en los niños no se debe medicar con antibióticos (salvo casos especiales y por indicación médica).