ESCUCHARLes llama la atención la aparición frecuente de los virus A y B. La atribuyen a las bajas tasas de vacunación y a un relajamiento en la prevención. Argentina había bajado la tasa de trasplantes hepáticos gracias a las vacunas; por eso se genera la alarma
Hepatólogos y gastroenterólogos alertaron sobre nuevos casos de hepatitis A y B, y la falta de diagnóstico de hepatitis C. Reconocieron que quizás sean condiciones algo “desatendidas” por no haberse logrado las tasas de vacunación necesarias y haberse “relajado” las campañas masivas de concienciación. Así lo expresaron ayer, en el marco del Día Mundial de la Salud Digestiva, la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE) y la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (Aaeeh), que se reunieron para concientizar sobre este problema de salud pública.
“Las hepatitis virales son una verdadera preocupación internacional. Por eso, este año la Organización Mundial de Gastroenterología las eligió como tema central”, sostuvo Ubaldo Gualdrini, médico gastroenterólogo, actual presidente de la SAGE.
El caso de la hepatitis C es paradigmático, de lo cual se viene hablando mucho al respecto en los últimos años. La SAGE afirma que pocas veces en la historia de la humanidad se contó con la posibilidad de eliminar una enfermedad tan grave y prevalente. “Cualquiera pudo haber estado expuesto al virus sin sospecharlo porque se contagia fundamentalmente por el contacto con sangre contaminada o con instrumental médico, odontológico o cosmético que haya estado en contacto con el virus y haya sido mal esterilizado”, explica.
“Se ha identificado que las personas nacidas entre 1945 y 1975 tienen mayor prevalencia de infección por virus C. Se recomienda que todas las personas se realicen el test para hepatitis C al menos una vez en la vida”, afirmó Nora Fernández, hepatóloga miembro de SAGE y de la Aaeeh. De los cerca de 400.000 infectados que, se estima, hay en Argentina, 6 ó 7 de cada 10 no saben que lo están.
Respecto de la hepatitis B, en el país 45% de los casos de hepatitis fulminante que requieren trasplante hepático es por este virus. Se estima que hay unas 150.000 personas que portan el virus y tres de cada 10 requerirán trasplante de hígado si no se las descubre y trata a tiempo. “Es grave, pero lo que sorprende es estar viendo nuevos casos de una enfermedad evitable mediante vacunas y medidas sencillas de prevención. Desde 2012, la vacuna está disponible de forma gratuita para toda la población en los vacunatorios de todo el país”, sostuvieron las entidades científicas.
No obstante, las tasas de vacunación son subóptimas. Quienes no tengan claro si tomaron las tres dosis indicadas pueden hacerse un sencillo análisis que mide la presencia de anticuerpos y así sacarse la duda. “Vacunados no contraemos el virus y no lo contagiamos. Es una responsabilidad de todos cumplir con el calendario de vacunación obligatorio”, destacó Ezequiel Ridruejo, ex presidente de la Aaeeh.
Las vías de contagio son muy concretas y similares a las del VIH. Es posible que dos factores hayan influido en los nuevos casos de hepatitis B: “por un lado, la mejora de los tratamientos contra el VIH, que logró ‘cronificar’ una enfermedad que había sido muy difícil de tratar décadas atrás. Por otro lado, se hicieron más esporádicas las campañas masivas de concienciación, entonces como sociedad nos hemos relajado y si no se toman medidas para prevenir el VIH, tampoco se está previniendo la hepatitis B”, concluyó Beatriz Ameigeiras, presidente de la Aaeeh.
Los principales factores de riesgo para contraer hepatitis B son tener madre y hermanos VHB-positivos, uso inadecuado de procedimientos médicos, comportamiento sexual de riesgo, uso de drogas inyectables, hemodiálisis, transfusiones sin el control adecuado, piercings y tatuajes sin la esterilización necesaria, y ser VIH-positivo, entre otros.
Hepatitis A en edad escolar
Argentina fue modelo en la implementación de un programa de vacunación contra la hepatitis A con una sola dosis, procedimiento que luego tuvo replica internacional. Lamentablemente, hoy Argentina reporta nuevos casos de hepatitis A en edad escolar.
Los pediatras son muy conscientes y están convencidos de la necesidad de que los niños tengan al día el calendario de vacunas. Éstos son verdaderos aliados en este tema, por eso es importante que en la consulta médica siempre consulten a los padres al respecto. El Estado debe reforzar el control sanitario del alumnado.
Los síntomas de la hepatitis A pueden ser fiebre, malestar general, falta de apetito, náuseas, dolor abdominal, color amarillo de la piel y mucosas, e hígado agrandado.
Campaña Nacional de detección
Durante la primera quincena de junio se llevará adelante enj el país la edición 2018 de la campaña de detección de hepatitis C, que estará a cargo del Laboratorio Nacional de Referencia para Hepatitis Virales del Instituto “Dr. Carlos Malbrán”, en conjunto con la Aaeeh.
Se realizarán 3.600 pruebas rápidas en forma gratuita y se compartirá información escrita de concientización sobre hepatitis virales en más de 29 hospitales de 18 de provincias. En particular, esta vez la estrategia consistirá en lo que los epidemiólogos conocen como “microeliminación”, que consiste en concentrar los esfuerzos de detección en determinados grupos que presentan estadísticamente mayor vulnerabilidad a la infección por el virus de hepatitis C.
“De esta manera, se apuntará a grupos como pacientes con HIV, hemofilia o que han recibido un trasplante, veteranos de guerra o personas con cirrosis descompensada y quienes hayan sido usuarios de drogas inyectables”, explicó Jorge Enrique González, jefe del servicio mencionado del Instituto Malbrán.
Quienes estén interesados en participar de esta campaña podrán conocer qué centro de salud cercano a su hogar participa de la iniciativa en www.anlis. gov.ar y en www.hepatitisviral.com.ar.
