El incremento que prevén dar las empresas este año al personal fuera de convenio es de 41,69%, tomando como referencia una inflación proyectada para el año de 47,7% según fuentes privadas. Algunos sectores darán subas mayores: bancos (45%), software (45%), telecomunicaciones (44%), automotor (44%), fintech (44%), medios y entretenimiento (44%), productos de manufactura y hardware (44%), seguros (44%), ciencias de la vida (43%), servicios (42%), química (42%), consumo masivo (42%).
“Hay muchas variantes por industria y esto se marcó aún más el año pasado. Las compañías de tecnología, particularmente aquellas vinculadas con la digitalización, otorgarán incrementos por encima de la inflación (al igual que lo hicieron el año pasado) debido a su situación de negocio que en la mayoría de los casos es favorable y porque hay una gran escasez de talento digital, por lo que su atracción y retención es clave. En el otro extremo se encuentran industrias en las que el porcentaje de incrementos dependerá en gran medida de en qué grado la actividad se recuperará, como son el turismo, ingeniería y construcción, petróleo y gas, por dar algunos ejemplos”, explicó Ivana Thornton, directora de Career, de Mercer.
¿Compensación?
48% de las empresas no está realizando ninguna acción especial para compensar la caída del poder adquisitivo del salario; 30% todavía lo está evaluando y 22% se encuentra realizando acciones.
Estos datos surgen del relevamiento realizado por esta firma, consultora de recursos humanos, entre 330 empresas líderes nacionales y subsidiarias de multinacionales, del 1 al 10 de febrero pasados.
De las empresas, 43% brindará tres incrementos; 25% dará dos aumentos; 21% otorgará cuatro o más aumentos durante el año; 6% no dará ninguno y 5% otorgará un incremento en el año.
En cuanto a la prevalencia de los meses de otorgamiento, abril y octubre siguen siendo los meses predominantes.
Debajo de la inflación esperada
“Claramente, esta primera proyección muestra un incremento salarial por debajo de la inflación esperada; sin embargo, desde hace unos tres años hemos visto la tendencia de que las compañías, cuando elaboran el presupuesto (aproximadamente en octubre del año anterior) establecen una expectativa de incremento salarial en línea con la inflación esperada en ese momento para el año siguiente (en ese momento del 40%) y luego van ajustando ese porcentual en función de cómo evoluciona la inflación, la economía, la situación de negocio y la demanda del mercado laboral. Por tanto, esta primera ‘foto’ no es concluyente sino que su evolución dependerá de cómo se comporten a lo largo del año las variables mencionadas”, explicó Ivana Thornton.