La cuestión del lugar, la cantidad de horas que se le dedican a la labor, el aislamiento y la soledad. Éstas son algunas de las barreras que visualizan muchas personas antes de lanzarse a la actividad freelance. Afortunadamente, todas parecen tener respuestas.
Por Sebastián Siseles – Director Regional para Latinoamérica de Freelancer.com
Convertirse en un profesional independiente o freelancer es una manera de trabajar en casa o en el lugar que más cómodo nos resulte, y ser independientes y dueños de nuestros horarios. Pero muchas veces a varias personas les surgen las dudas con respecto al lugar de trabajo, la cantidad de horas, la soledad que un trabajador freelance puede llegar a enfrentar y otras tantas incógnitas que, a priori, nos hacen dudar de hacer del “freelancing” un estilo de vida, pese a que pueda ser el “sueño americano” de muchas personas.
La primera opción para muchos freelancers es trabajar desde su casa. Esa posibilidad es una de las principales razones por las que deciden trabajar en forma independiente. Pero hay que tener en cuenta que la forma de trabajar afecta la calidad del trabajo y, por ende, la calidad del trabajo va a terminar afectando el nivel de ingresos de un freelancer.
Por lo tanto, debería elegirse un buen lugar para trabajar, cómodo, donde se pueda concentrarse y no distraerse fácilmente.
Pese a sus ventajas, la “contra” de trabajar desde casa es el aislamiento, hecho que muchas personas no aguantan y por ello terminan abandonando la vida freelance sin tener en cuenta que hay muchísimas otras alternativas que, pudiendo igualmente adoptar las horas y formas de trabajo siendo independiente, se puede igualmente mantener vínculos con otras personas en el día a día.
Alquilar una oficina, aunque sea muy pequeña o compartida. El ambiente de estar en una oficina hace querer trabajar, salir “a la calle” y socializar. Alquilar una oficina compartida permitirá reducir costos, pero en uno u otro caso, hay que tener en cuenta la cantidad de costos fijos que esta opción implica.
Por ello, es una buena opción para freelancers ya asentados y con un flujo de ingresos más consolidado.
Bar. Es una opción muy utilizada por muchos trabajadores independientes. Un lugar cerca de casa, que permita estar varias horas con la computadora trabajando, viendo a la gente pasar y a la vez tener el café, té o comida a disposición, es una alternativa tentadora.
Espacios de co-working. Éstos son una modalidad que se impone cada vez más entre los freelancers, especialmente aquellos relacionados con la tecnología.
En esos espacios se generan vínculos comerciales, amistades y tienen un dinamismo espectacular del cual se sacan muchas ideas, consejos y hasta socios para cualquier emprendimiento.
Naturalmente, implica el pago de un alquiler mensual o diario del espacio o metros cuadrados que se utilizan, pero es un precio significativamente menor que el de alquilar una oficina.
Finalmente, una opción que utilizan varios freelancers que conozco es ¡“el mundo”! ¿Cómo funciona? Básicamente son personas que aprovechando la libertad de trabajar a distancia, utilizando la tecnología para trabajar y comunicarse, deciden por un período de sus vidas viajar por el mundo como si fueran unas vacaciones, pero en cada lugar que van se instalan en un departamento y trabajan desde esa nueva ciudad y viven un tiempo en diferentes ciudades del mundo conociendo, trabajando y generando vínculos personales y hasta comerciales con personas de otros países.
En definitiva, las herramientas tecnológicas que permiten trabajar a distancia y en forma independiente son gratuitas o muy baratas y están al alcance de la mano de todo el mundo; el nuevo concepto de economía colaborativa ha llegado para imponerse en todos los sectores para facilitar la vida de las personas (Airbnb en hospedaje, Uber o Lift en movilidad, Freelancer.com en trabajo y servicios, son algunos ejemplos entre muchos otros que aparecen rápidamente), es cuestión entonces de armar un plan de trabajo, elegir el área y estar preparado … Sólo resta elegir el lugar donde queremos trabajar.