La Organización Mundial de la Salud (OMS) inauguró en Berlín un nuevo centro para “preparar y proteger mejor al planeta” de futuras pandemias, en medio de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China por el origen del coronavirus y la respuesta tras detectarse los primeros casos.
El Centro de inteligencia sobre Pandemias y Epidemias, tal como es su nombre formal, contará con tecnología de vanguardia vinculada a computación cuántica e inteligencia artificial para procesar datos sobre posibles focos de una enfermedad, realizar modelos sobre su proyección y compartir esa información con los países para tomar decisiones.
“Los virus viajan rápido, pero los datos lo hacen aún más rápido”, señaló el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante el acto de presentación del nuevo organismo en el que también estuvo la canciller alemana Angela Merkel, en lo que fue una de sus últimas apariciones públicas internacionales antes de las elecciones del 26 de este mes que marcarán el fin de su era.
“La pandemia de Covid-19 es la crisis definitoria de nuestro tiempo. Le enseñó al mundo muchas lecciones dolorosas, una de las más claras es la necesidad de nuevos y potentes sistemas y herramientas para la vigilancia global, para recopilar, analizar y difundir datos sobre brotes con el potencial de convertirse en epidemias y pandemias”, añadió el etíope.
De fondo, está la creciente tensión diplomática entre Estados Unidos y China sobre el origen de la Covid-19, la forma en que se compartió la información con el resto del mundo y la respuesta ante los primeros casos positivos.
El último episodio de la pelea ocurrió la semana pasada cuando la Casa Blanca presentó un informe realizado por sus servicios de inteligencia que consideró “plausible” tanto la hipótesis sobre la exposición natural a un animal infectado como la de la fuga de un laboratorio chino.
El gigante asiático reaccionó con vehemencia al acusar a Washington de “manipulación política”, indicar que el trabajo no cuenta con “cientificidad ni credibilidad absoluta” y subrayar que las agencias de inteligencia estadounidenses son productoras de una investigación “ficticia”.
“Todos los países deben revisar cómo comparten la información y la velocidad. Hay lecciones que aprender sobre eso, pero caracterizar lo que enfrentamos hace 18 meses como una cuestión de falta de transparencia es simplista. Gran parte de la definición de la enfermedad se logró gracias a datos bridados por trabajadores de primera línea en China”, indicó el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan, al ser consultado sobre esta cuestión.
Un poco más evasivo estuvo Ghebreyesus cuando subrayó la importancia de contar con información en tiempo real sobre eventuales próximas pandemias: “Ninguna institución o nación puede hacerlo por sí sola. Es por eso que acuñamos el término ‘inteligencia colaborativa’ para resumir la misión” del nuevo centro.