Por Valeria Valko*
De las 1.900 millones de mujeres en edad reproductiva que había en todo el mundo en 2021, 1.100 millones necesitaban planificación familiar. De éstas, 874 millones utilizaban métodos anticonceptivos modernos y 164 millones tenían una necesidad no satisfecha de anticoncepción..
Para la OMS, la salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad que requiere un enfoque positivo y respetuoso. Implica la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos en plenitud.
Cada 4 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Salud Sexual, aquí algunas recomendaciones para el cuidado de la misma:
1. Educación sexual Integral: para vivir una sexualidad plena necesitamos conocimiento sobre sexualidad, métodos anticonceptivos, formas de prevenir enfermedades de transmisión sexual. La educación sexual debe ser precisa, inclusiva y adaptada a la edad y contexto. Se debe promover la educación sexual desde las infancias para erradicar el abuso sexual infantil.
2. Uso de protección en las relaciones sexuales: para prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS) se recomienda el uso de preservativo para pene, preservativo para vulva o campo de latex; tanto en sexo oral, vaginal, anal y sexo entre vulvas. Algunas de las enfermedades que se previenen son: HIV, sífilis, gonorrea, trichomonas, HPV, Herpes, chlamydia y hepatitis b, entre otras.
3. Anticoncepción: ante una relación sexual entre un hombre y una mujer en período fértil, que no desean buscar un embarazo, se recomienda la utilización de un método anticonceptivo. En la consulta se informará sobre pastillas anticonceptivas, los anticonceptivos inyectables, el implante subdérmico, el DIU, la ligadura de trompas o la vasectomía. Luego de recibir la información, el usuario elige su método.
En el caso que se tenga un diagnóstico de embarazo y la persona no quiera continuar con el mismo, tendrá acceso a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE).
4. Exámenes regulares de salud: recomendamos hacer con periodicidad exámenes de ITS y el pap o test de HPV.
5. Comunicación: se recomienda hablar con la pareja de manera abierta y honesta sobre expectativas, deseos y preocupaciones sobre la sexualidad.
6. Consentimiento: todas las actividades sexuales deben ser consensuadas y respetuosas. El consentimiento debe ser claro, libre y continuo.
7. Cuidado emocional y psicológico: por un lado el estrés, la ansiedad y la depresión pueden afectar la salud sexual y por otro, alteraciones en la salud sexual pueden causar un malestar emocional. Hay que buscar apoyo en estos casos.
8. Respeto a la diversidad, la salud sexual debe abordarse de manera inclusiva, respetando la identidad de género y las orientaciones sexuales.
La salud sexual es un derecho fundamental y todos merecemos disfrutar de nuestra sexualidad de manera plena.
* Ginecóloga de Ospedyc.