Es uno de los científicos más destacados del país por sus aportes para las terapias contra el cáncer y otras enfermedades autoinmunes. Abrirá el Primer Congreso Científico Profesional de Bioquímica que se realizará del 5 al 8 de octubre en la ciudad de Córdoba. Por Carolina Klepp [email protected]
¿Cuál es la frase de Gabriel Rabinovich, ésa que diría para contagiar vocaciones científicas, la que está a la vista en el laboratorio, en un papelito destacado o que resuena en la cabeza cada día?
La respuesta de uno de los investigadores más destacados del país por sus aportes para las terapias contra el cáncer, llega de forma instantánea: “Hay que soñar bien alto y trabajar en grupo, que es la única forma para que los sueños se hagan realidad. Las crisis siempre son oportunidades, hay que aprovechar esas situaciones cuando las cosas no salen porque seguramente vendrá una mejor. Y siempre digo que se pueden hacer las investigaciones en el país. Es mucho esfuerzo pero el sacrificio, que significa ‘hacer algo sagrado de tu trabajo’, es algo fundamental, junto a los sueños, para conseguir lo que uno desea y que tenga impacto en la gente”.
Uno de los descubrimientos de Rabinovich y su equipo se refiere a las herramientas con las que cuentan los tumores para escapar de las defensas del organismo. Detectaron que los tumores producen una proteína, la Galectina-1, que destruye los linfocitos que defienden al cuerpo, antes de que ellos acaben con el tumor. Sus trabajos científicos pueden permitir el desarrollo de terapias dirigidas contra el cáncer, que presenten una mayor eficacia y menores efectos secundarios que los fármacos actuales.
Este cordobés doctor en Ciencias Químicas de la UNC, que trabaja en la Universidad de Buenos Aires y en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme), será el protagonista de la apertura del Primer Congreso Científico Profesional de Bioquímica. El encuentro se realizará del 5 al 8 de octubre en el Pabellón Argentina y es organizado por las facultades de Ciencias Químicas de la UNC y Católica de Córdoba (UCC), el Colegio y Federación de Bioquímicos de Córdoba, Bio-Red, la Asociación de Bioquímicos de Córdoba y el Centro de Bioquímicos Regional de Río Cuarto.
En un anticipo a Comercio y Justicia, Rabinovich se refirió a la importancia de la ciencia básica, a la necesidad de que los empresarios apoyen los avances científicos con inversiones y el espíritu creativo que debe existir en los laboratorios.
“La idea es que el impacto de este congreso sea interdisciplinario, que pueda aglutinar a bioquímicos que hacen ciencia e investigación básica como así también a los que hacen investigación aplicada, también a aquellos que hacen bioquímica aplicada y a los que hacen clínica. Se buscará que esto que está disociado, cada uno en su nicho, pueda tener un nexo mucho mayor y un canal de comunicación”, dijo Rabinovich.
Veinte años de estudio
“Disertaré sobre la ciencia básica como motor ineludible para la transferencia de conocimientos. En un mundo donde se pide que la aplicación sea inmediata, lo que voy a contar es como 20 años de investigación básica desde el descubrimiento de una proteína hasta sus funciones, sus mecanismos y su aplicación, pueden llevar a la transferencia de esa proteína a distintas patologías como cáncer y enfermedades autoinmunes (como artritis, esclerosis múltiple). Este descubrimiento no fue planteado originariamente desde la ciencia aplicada sino que surgió inesperadamente de la purificación de una proteína en la ciencia básica, por lo cual el objetivo principal es desterrar algunos prejuicios sobre esta disociación que existe entre el laboratorio de investigación y la práctica clínica cotidiana.
– Imagino que también buscan desactivar la presión de los tiempos que se les imprime muchas veces a las investigaciones básicas para que ocurra rápidamente la transferencia a un desarrollo.
– Todo lo que uno necesita que sea de calidad para poder aplicar a los pacientes tiene su tiempo de investigación. La investigación y la ciencia todo el tiempo se van cotejando a medida que distintos investigadores del mundo van produciendo resultados, confirmando. No es un solo laboratorio el que participa sino varios equipos del mundo. Una de las alegrías que hemos tenido es que el paradigma que hemos descubierto ha sido reproducido, confirmado, en otros laboratorios. Hablo de la proteína que es producida por tumores y que mata linfocitos T y forma vasos sanguíneos. Que otros laboratorios hayan trabajado en el tema genera una mayor confirmación de que va a funcionar en pacientes y esto es lo que le interesa al que hace investigación clínica o a los empresarios del sector farmacéutico para poder comercializarlo en un futuro. Creo que ése va a ser el mensaje central, dando como ejemplos algunos experimentos que empezaron desde un concepto totalmente básico y que hoy estamos negociando con compañías farmacéuticas y viendo cuál es el mejor programa para poder llevar adelante la clínica.
– ¿Cómo está conformado su equipo? ¿cuánto son científicos básicos y cuántos están abocados a la transferencia?
– Tengo 30 personas en mi equipo, algunos son biólogos, otros son químicos, tengo gente que tiene un interés muy grande por las patologías, otros por las ciencias básicas, un biotecnólogo. Esto va cambiando en forma dinámica. Gente que se ha interesado por la ciencia básica ahora tiene un gran interés por transferir y otros integrantes que han estado en empresas han vuelto a los laboratorios porque sienten que necesitan explotar ese espíritu creativo.En un laboratorio donde existen estas personas pragmáticas, algunos un poco más creativos y románticos en cuanto a la ciencia, y otros que quieran aplicarla, es lo que genera un producto que luego se pueda aplicar a la salud humana. Cuesta mucho hacerlo si no existe esa cabeza creativa.
– ¿Cuán cerca están de aplicar en seres humanos toda la investigación que han desarrollado?
– Es difícil contestar esa pregunta porque ya no depende de nosotros, porque ya tenemos los productos generados, la investigación hecha y depende mucho de la política, de los inversores, las compañías farmacéuticas. El empresario argentino tiene que tener ganas de invertir más sueltamente. Ahora tenemos ofrecimientos de compañías de afuera, multinacionales, compañías nacionales, programas estatales, de consorcios público-privados. Nosotros somos investigadores del Conicet, por lo tanto las patentes que tenemos no son nuestras. La decisión final, de alguna manera, la va a tener el Conicet, que evaluará cuál va a ser el programa que avale y se sienta cómodo para poder transferir nuestra investigación. Hay varias prioridades: una de ellas es que este descubrimiento se quede en Argentina que es donde empezó. Otra de las prioridades es ir lo más rápido posible al paciente que está sufriendo.
Cursos intracongreso
En el marco del I Congreso Científico Profesional de Bioquímica que se desarrollará en Córdoba, se dictarán los siguientes cursos:
Hemostasia “Alcances y desafíos 2016”
Obesidad y enfermedad metabólica
Infecciones endémicas, emergentes y re-emergentes en América del Sur
Litiasis urinaria
La citomorfología en la orientación diagnóstica de leucocitosis
Aspectos éticos y metodológicos de la investigación clínica
Métodos rápidos, aplicables al análisis de alimentos
Inscripción www.bioquimica2016.com.ar/inscripcion