Las dificultades de la integración cultural han sido señaladas como un obstáculo clave en hasta 85% de las fusiones de empresas que han fracasado.
Un paso importante a la hora de realizar una fusión o adquisición de empresas es que éstas identifiquen los elementos no negociables, las áreas donde el cambio no es bienvenido, y garanticen la alineación corporativa de los atributos culturales a los que se aspira. Es decir, hacer valer el peso que tiene la cultura corporativa de la organización a la hora de la venta o integración de firmas.
“El no abordar la cultura corporativa representa el obstáculo clave en hasta 85% de las operaciones de fusiones y adquisiciones que fracasan”, destacó una encuesta global realizada por la consultora de recursos humanos Mercer.
La mayoría de los encuestados coincidió en que es importante garantizar perspectivas comunes entre los líderes, incluso si la entidad adquirida seguirá siendo independiente o será débilmente acoplada a la firma compradora. Los especialistas del sector señalan que una forma útil para logar lo anterior es involucrando a los directivos en la evaluación cultural y en el proceso de alineación, con el fin de garantizar una tesis de la transacción precisa y ayudar a establecer expectativas para los nuevos líderes de la empresa.
A medida que se dispone de más información sobre la cultura corporativa, señala el estudio, la organización adquirente puede encontrar útil analizar el flujo de la fuerza laboral de la empresa a integrar. Por ejemplo -grafican-: ¿se trata de una firma en la cual se “compra” o se “genera” talento? ¿es una cultura de gestión del desempeño?
Los datos de la fuerza de trabajo también pueden proporcionar información para la elaboración de estrategias de desarrollo de carrera y retención de personal.
Los primeros 120 días
La encuesta de Mercer reitera la importancia de que durante los primeros 30, 90 ó 120 días de integración, la organización adquirente involucre a los empleados de la empresa a ser adquirida mediantea focus groups o encuestas que les permitan compartir sus perspectivas sobre la cultura actual, herramientas que pueden ser utilizadas también después del cierre de la transacción y facilitar una integración más fluida.
De acuerdo con la consultora organizadora del estudio, a pesar de conocer la importancia de la cultura corporativa, las organizaciones siguen luchando por encontrar la mejor manera de convertir la apreciación de las diferencias en un plan de acción definitivo para la ejecución exitosa de una transacción.
Según el informe, la falta de atención a la cultura corporativa, considerado el factor más importante en fusiones y adquisiciones, hace la diferencia al momento de efectuar estas operaciones por no coincidir en la manera como se trabajará después de finalizar el proceso.
Pero si se involucra a los gerentes y ejecutivos líderes desde el inicio, se asegura el entendimiento de las diferencias culturales e identifican y priorizan las acciones específicas que informarán, influenciarán y acelerarán el esfuerzo de integración.