ESCUCHARCon base en entrevistas anónimas a estudiantes de 5º y 6º años, Informe Carreras advirtió de que 75% de los jóvenes consultados considera que sus conocimientos no les alcanzan para satisfacer las demandas del mercado laboral actual.
En general, los adolescentes cordobeses sienten que egresarán con una baja formación para las demandas del mercado de trabajo pero a la vez advierten que la escuela es el lugar donde han aprendido lo poco que saben. La conclusión anterior surge de una sistematización de 164 entrevistas anónimas a estudiantes de 5º y 6º año de la escuela media de distintos sectores socioeconómicos realizada por Informe Carreras.
Así, cuando se les preguntó si creen que lo aprendido en la escuela será suficiente para conseguir un trabajo bien remunerado, casi 75% afirma que lo que saben no alcanzará para obtenerlo. Y ante la pregunta: “¿Dónde aprendiste lo que creés que hoy te serviría para ingresar al mercado laboral?”, 70% asume haberlo aprendido en la escuela, mientras que 29% restante incluye, además de la escuela, a la familia y a los amigos en ese aprendizaje.
Este último porcentaje está asociado con los jóvenes que asisten a escuelas privadas. “Ellos advierten de que muchos de los saberes demandados provienen del entorno social familiar y por lo tanto, esto hace que las perspectivas a futuro estén ancladas en las posibilidades que otorga este mismo entorno familiar y social”, dice Inés González, de Informe Carreras.
Oportunidades a futuro
En los relatos de los jóvenes entrevistados, lo primero que destacan son las diferencias sociales y económicas. Casi 65% menciona que los jóvenes de bajos recursos no tendrán las mismas posibilidades que los jóvenes de los sectores medios y altos. Los jóvenes de los estratos más altos, por ejemplo, tienen la posibilidad de que sus padres asuman los costos de los estudios superiores.
“Una vez más, los estudiantes cordobeses identifican las redes sociales como el medio principal por el cual consiguen sus primeros trabajos. Esto sucede sobre todo en los sectores medios y medio-altos. Es decir, que los jóvenes de los sectores bajos serían los más perjudicados”, señala González.
Otro dato a resaltar es la percepción que los estudiantes tienen sobre las oportunidades laborales a las que creen que accederán sus propios compañeros. Tres realidades distintas en función de la realidad socio-económica.
“En el caso de los estudiantes de las escuelas de sectores altos, aseguran que todos los compañeros tendrán oportunidades. No se cuestionan quiénes sino que hacen referencia a lo que les gustaría hacer. La distinción pasa por la elección de la carrera o ámbito en donde les gustaría insertarse y no en si tendrán oportunidades laborales futuras”, explica Inés González.
Por su parte, los jóvenes estudiantes de las escuelas de los sectores medios creen que obtendrán un buen trabajo los compañeros que quieran progresar, y estos son los que seguirán estudios universitarios. “Aquí la distinción entre sus compañeros es más individual; es decir, tiene que ver más con el esfuerzo y lo personal que con cuestiones estructurales y económicas”, asume la directora del periódico vocacional Informe Carreras.
Una realidad muy diferente refieren los de estratos más bajos: las oportunidades futuras son sólo para unos pocos. En sus entrevistas dicen que los compañeros que tienen más posibilidades en el futuro son sólo los abanderados, los mejores alumnos. “De alguna manera esto nos dice que la educación no es suficiente para ellos sino para unos pocos elegidos”, concluye.
Estudio y trabajo
Una de las tendencias en los últimos años es que la mayoría de los estudiantes de la escuela media piensa, una vez terminada la escuela, combinar trabajo y estudio. Pero esta combinación es pensada de distintas maneras de acuerdo con el sector social
Los estudiantes de escuelas de sector alto en su mayoría piensan estudiar solamente, no obstante muchos planean trabajar antes de finalizar sus estudios. En este caso, el trabajo que prioricen va a estar vinculado con sus estudios universitarios para adquirir experiencia laboral y no persiguen tanto la remuneración económica.
Los que asisten a escuelas de sector medio creen que estudiar solamente será posible si consiguen un trabajo para solventar sus gastos. “Este segmento piensa que el futuro se construye. El esfuerzo personal es el principal elemento”, aclara Inés González.
En cambio, los estudiantes de sectores bajos tienen una visión más pesimista del futuro. Muchos de ellos creen que no podrán terminar estudios superiores por la necesidad de trabajar para subsistir. Esto se vincula con los tipos de trabajos que creen que conseguirán: trabajos de muchas horas, mal remunerados que dejan, por lo tanto, poco tiempo para el estudio.
Feria Informe Carreras
Los días 18, 19 y 20 en el Espacio Quality (Av. Cruz Roja Argentina 200) entre las 9 y las 17 con entrada gratuita. Dirigida a estudiantes de los últimos años del secundario.
