Un grupo de investigación de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y del Conicet recopiló datos disponibles después de 20 años de trabajo. Detectaron riesgo alto por plaguicidas en las cuencas de los ríos Suquía y Ctalamochita. También, riesgo alto por presencia de productos farmacéuticos en el Suquía y moderado en el Ctalamochita, y riesgo medio por cianotoxinas en el San Roque. Así lo informó la Agencia de Noticias Científicas de la universidad (UNCiencia).
En las últimas décadas el impacto de la contaminación en los recursos de agua dulce aumentó en todo el mundo. En consecuencia, la biota acuática, incluso aquella que es consumida como alimento, es afectada por esta problemática.
El deterioro de los recursos hídricos por el incremento poblacional, la extensión de la frontera agropecuaria, la cría intensiva de animales y el desarrollo de numerosas industrias se convirtieron en temas candentes para la comunidad científica. La presencia de una gran variedad de contaminantes desafía el desarrollo de métodos analíticos para lograr identificarlos y cuantificarlos.
En este marco, el Laboratorio de Investigaciones en Contaminación Acuática y Ecotoxicología (Licae) del Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología (Cibici) de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC y el Conicet, presentó recientemente un estudio que recopila datos a partir de una treintena de investigaciones que desarrollaron a lo largo de sus 20 años de existencia.
Se trata del primer estudio en Argentina que reporta la ocurrencia estacional y la distribución espacial de tres grupos de contaminantes: plaguicidas de uso actual (CUP), productos farmacéuticos y de cuidado personal (PPCP) y cianotoxinas (CTX).
“El estudio reveló, a grandes rasgos, alto riesgo por presencia de plaguicidas en ambas cuencas (45% y 30% de los sitios en los ríos Suquía y Ctalamochita, respectivamente), alto riesgo por presencia de productos farmacéuticos y de cuidado personal en el Suquía y riesgo moderado en la cuenca del Ctalamochita. También, riesgo medio por aparición de cianotoxinas en la zona del embalse San Roque, situación que empeora ostensiblemente en temporada de lluvias”, detalla el estudio.
Además, la investigación menciona los únicos datos disponibles hasta ahora acerca de la ocurrencia de microplásticos en ríos cordobeses.
“La comparación en dos épocas del año diferentes como son las estaciones húmeda y seca es necesaria por la variación climatológica del área de estudio”, detalla Valeria Amé, directora del grupo de investigación.
Para Lidwina Bertrand, integrante del proyecto, resulta interesante además la posibilidad de comparar dos cuencas, como las de los ríos Suquía y Ctalamochita, con diferentes características hidrológicas y actividades antrópicas (relacionadas a actividades del hombre).
Plaguicidas de alto riesgo
Para el caso de los plaguicidas de uso actual la investigación determinó un alto riesgo en ambas cuencas.
Los diferentes estudios, que aportaron las muestras tomadas entre 1997 y 2016 en 11 sitios de la cuenca del Suquía y diez sectores del Ctalamochita, mostraron una frecuencia de detección variable según los compuestos.
Los herbicidas mostraron una frecuencia de detección superior a 50% en ambas cuencas, mientras que hubo una mayor ocurrencia de insecticidas en la cuenca del río Suquía respecto al Ctalamochita. Finalmente, la frecuencia de detección de fungicidas resultó ser mayor en el Suquía que en el Ctalamochita. Los extremos de ambas cuencas resultaron ser las zonas de mayor riesgo.