El Ministerio de Salud informó que las dosis ya han sido distribuidas en 876 vacunatorios. Apuntan a embarazadas, niños de seis meses a dos años, adultos mayores de 65 años y personas con enfermedades respiratorias o cardíacas, obesidad, diabetes o cáncer.
El gobierno de Córdoba puso en marcha ayer una campaña de vacunación antigripal con la expectativa de inmunizar a embarazadas, niños de seis meses a dos años, adultos mayores de 65 y personas con factores de riesgo como enfermedades respiratorias o cardíacas, obesidad, diabetes o cáncer.
“Es fundamental que todas las personas incluidas en esos grupos de riesgo reciban la vacuna antigripal antes de la llegada del invierno”, manifestó Sandra Belfiore, responsable del Programa de Inmunizaciones de la Provincia de Córdoba.
Durante el lanzamiento de la campaña, que se realizó en el Hospital Pediátrico, la especialista solicitó “especialmente” la colaboración de los pediatras “para que indiquen la vacuna en el grupo de seis meses a dos años, ya que las coberturas a esa edad suelen ser bajas año tras año”, advirtió.
“En 2015, sólo 85 por ciento de ese grupo recibió la primera dosis de la vacuna antigripal, cuando lo ideal es que la cobertura alcance 95 por ciento”, sostuvo Belfiore, quien subrayó -además- la importancia de que los niños reciban la segunda dosis cuatro semanas después de la primera “para que la inmunización sea efectiva”. “Nuestra expectativa es llegar con la vacunación a unas 500.000 personas de las consideradas en el grupo de riesgo”, manifestó Belfiore, quien agregó que la campaña durará “el tiempo necesario”.
Las dosis ya han sido distribuidas en los 876 vacunatorios de toda la provincia, según precisó el gobierno.
Recomendaciones
La gripe, al igual que otras infecciones respiratorias, se transmite por contacto con secreciones de personas infectadas, esto puede ser por medio de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar, o por contacto con superficies u objetos contaminados con estas secreciones. Otras medidas de prevención son:
• Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón y transmitir este hábito a los niños, tanto en el hogar como en la escuela.
• Cubrirse la boca o la nariz al toser o estornudar con pañuelos de papel o con el pliegue del codo.
• Ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y ambientes cerrados.
• Mantener limpios picaportes y objetos de uso común.