Uno de los problemas que hoy afrontan las empresas por la alta rotación es qué hacer puertas adentro para que profesionales y trabajadores no las dejen rápidamente. Desarrollar redarquía y perfiles T, algunas de las recomendaciones
Llega fin de año y es época de análisis y balances, uno de ellos sobre lo que está ocurriendo en las empresas y organizaciones de todo tipo con sus trabajadores, con sus profesionales.
“Se quedan dos meses ¡y se van!, ¡esta nueva generación no está comprometida!, ¡me generó un hueco al irse!”. Estas frases son creencias que aún están muy arraigadas dentro de las organizaciones, dichas muchas veces con un dejo de resignación y enojo, y cual guerrero que enfrenta un gigante dragón, aparece el área de recursos humanos (RRHH) buscando hacer magia para retener a los colaboradores”, graficó a Comercio y Justicia María Julia Pinha, cofundadora de la comunidad Recursos Humanos Interempresas (RHIE), que nuclea a más de 250 profesionales que ocupan roles jerárquicos en Córdoba.
La especialista sostiene que con las nuevas generaciones y el mundo BANI (frágil, ansioso, no lineal, incomprensible -conceptos traducidos de sus siglas en inglés-) las áreas de RRHH tienen un gran desafío para la gestión de su talento, al tener que cambiar su propio mindset (mentalidad) y, en consecuencia, los modos de hacer, sentir y pensar la cultura de la organización.
El foco cambia de pensar que el valor de esa persona reside en el tiempo que esté en la organización buscando alargar su estadía, a potenciar cómo transite su estadía, cuánto valor agrega en cada acción y cómo se logra que el conocimiento quede capitalizado en la organización y no se vaya 100% con la persona.
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