El directivo de MSF advirtió que la medida del presidente de Estados Unidos se une a “un giro que se está dando en el mundo en contra de los derechos de los refugiados, precisamente en el momento en que hay más refugiados en la historia desde la Segunda Guerra Mundial”
Por Carolina Klepp – [email protected]
La orden del presidente Donald Trump que suspende el ingreso de refugiados a los Estados Unidos “es un acto inhumano contra personas que huyen de zonas de guerra”, denunció ayer la organización médica humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) y pidió la reanudación del reasentamiento de refugiados.
En diálogo con Comercio y Justicia, David Cantero Pérez, director de la Oficina Regional de MSF en Buenos Aires, dio detalles de las consecuencias que se desprenden de la medida que describió como “un ataque al concepto básico de refugiados que -creíamos- ya estaba aceptado por todas las personas. Es gente que está huyendo de conflictos, de zonas en guerra y deberían tener ese derecho de tener un lugar seguro para salvar sus vidas”.
– ¿Puede MSF actuar desde el marco legal respecto a la decisión de Trump?
– MSF es una organización médica humanitaria; desde la parte legal no seríamos nosotros los que entraríamos a luchar esa batalla, pero lo que sí podemos hacer es denunciar ese ataque a la noción básica de refugiado. Esto se une a un giro que se está dando en el mundo en contra de los derechos de los refugiados, precisamente en el momento que hay más refugiados en la historia desde la Segunda Guerra Mundial. Con lo cual, a ese giro que se está dando, que ya se dio en el continente europeo con ese acuerdo tan fatídico e inhumano que hizo Europa con Turquía, se le suma este nuevo revés de Estados Unidos. Pensamos que estos países, que son referentes en muchos temas de derechos y demás, evidentemente están sentando unos precedentes muy peligrosos.
– MSF señaló que, en comparación con otros países, la cantidad de refugiados que recibía Estados Unidos. era menor ¿Cuál es la percepción respecto de los refugiados en aquel país?
– Cuando hablamos de la crisis migratoria en Europa nos decíamos que esta crisis teníamos que dimensionarla y hablábamos del número de refugiados que estaban llegando a países europeos en comparación con los que estaban llegando a los países vecinos de las zonas en conflicto. Esos países vecinos son los que realmente están soportando la gran carga de refugiados en el mundo, como lo son Jordania o Líbano, que han recibido a millones de refugiados. Hoy, en el Líbano, una de cada cuatro personas es un refugiado. Si hubiera que hablar de una crisis, ésa es una crisis, porque estamos hablando de países que no tienen los medios ni los recursos de los países europeos o, en este caso de Estados Unidos, que sabemos que han aceptado menos de 20.000 refugiados desde el principio del conflicto en Siria. Para ponerlo en perspectiva, países como Jordania y Líbano tienen mucha menos población que alguno de los estados norteamericanos.
– ¿Cuál es su opinión respecto de la recepción de refugiados en Argentina?
– Como organización humanitaria no está dentro de nuestro alcance hacer juicios políticos sobre las políticas de Argentina u otros países, nosotros trabajamos sobre las consecuencias que esto produce. En el caso de Argentina, como otros países, lo que realmente tienen que hacer es abrir sus puertas, dar acogida a estos refugiados que hay que ponerles caras y ojos, estamos hablando de niños, niñas, padres, madres, abuelos, de personas que huyen para salvar sus vidas. En Argentina, como en otros países, lo que estamos pidiendo es que se respeten las convenciones de los refugiados que han sido firmadas por la gran mayoría de los países del mundo, y que se agilicen los procedimientos. También pedimos que se les dé acogida, que haya vías seguras para que estos refugiados puedan optar por una vida mejor. Lo que está pasando en el mundo, y con este paso de Trump, es que se están cerrando todas las puertas, todas las vías para que estas personas puedan llegar a un lugar seguro y eso está causando muchas más muertes y está dejando a los refugiados sin otra opción más que quedarse atrapados en las zonas en conflicto, siendo víctimas de ataque cada vez mayores a población civil y ataques directos a los únicos espacios de humanidad que existen en la guerra que son las estructuras de salud y hospitales. Éstos también han sido atacados deliberada y sistemáticamente en contextos como Siria y Yemen.
– ¿Qué es lo que más le impactó en su contacto con refugiados?
– Lo que más me ha sorprendido de esta gente es la determinación que tienen para seguir viviendo. Los casos que más me chocan son las madres que huyen con sus hijos en brazos. He visto muchas madres con bebés recién nacidos en Marruecos, atrapadas en una situación muy difícil, intentando llegar a Europa. Ésa es la imagen más dura que tengo, la de los más vulnerables que son los niños y las mujeres.
MSF gestiona seis centros médicos en todo el norte de Siria y apoya a más de 150 hospitales y centros de salud en todo el país. En Yemen, gestiona y apoya a 30 hospitales, brindando atención médica a las personas independientemente de sus afiliaciones religiosas, tribales, políticas o militares.