Con rompecabezas, juegos de la oca, gigantografías y disfraces, el Colegio Odontológico brinda técnicas de higiene bucal y de primeros auxilios ante accidentes en que se ve afectada una pieza dental permanente
Por Carolina Klepp – [email protected]
Lo que se aprende de niño tiene grandes posibilidades de acompañar a la persona en toda su vida. Con una campaña especial, los odontólogos visitan escuelas y clubes promoviendo la salud bucal desde el juego, con kits didácticos y “de traumatismos”.
Rompecabezas, juego de la oca, gigantografías, memotec y disfraces alusivos a dientes, muelas y cepillos son fundamentales para el momento lúdico entre chicos y profesionales del Colegio Odontlógico de la provincia.
El año pasado, 52.424 niños distribuidos en 175 escuelas , 30 clubes deportivos, seis fundaciones solidarias, 20 comedores y 11 instituciones no educativas fueron alcanzados por las actividades de la Comisión de Acción Comunitaria de la entidad. Este año, van por más.
Además de charlas educativas e informativas, el colegio profesional desarrolló también un programa puntual sobre prevención del trauma bucal y del manejo del pacientes traumatizados. Esto se refiere a aquellos niños que, ante un accidente en la escuela o practicando un deporte, pierden una pieza dental permanente. ¿Qué hacer en ese momento?
José Érmoli, presidente de la entidad que nuclea a los odontólogos cordobeses, contó que elaboraron un kit de primeros auxilios odontológicos para que docentes y equipo técnico de centros deportivos puedan manejar una situación traumática. Funciona como la primera instancia de auxilio cuando no está el profesional. Esto, con el objetivo de que la pieza dental y el niño lleguen en condiciones al consultorio y el diente pueda ser reimplantado o reparado, en caso de que haya habido una fractura.
“El kit de traumatismo tiene una compresa, que es algo similar a un pequeño mantel, un juego de guantes, un recipiente y una solución fisiológica para que ante una situación traumática, el docente pueda colocar el diente en ese recipiente con solución fisiológica y llegue en un vehículo óptimo al profesional. En la tapa del kit hay un instructivo básico de cómo manejar la situación en esos casos”, describió Érmoli.
Y agregó: “El docente lo ve como una charla muy importante, ya que con un procedimiento simple, optimiza la posibilidad de recuperar una pieza dental.
El uso de ese kit más las charlas de asesoramiento nutricional y de técnicas de higiene son parte de la acción comunitaria”.
Contó que niños deportistas han narrado situaciones de traumatismo y al intercambiar con los odontólogos se van familiarizando en el hecho de que, por ejemplo, tomar un diente por su corona y no por su raíz cuando sufren un golpe que los quita de la boca.
“Hemos tenido experiencia en salas de niños de tres y cuatro años, de primaria, y algunos no han tenido la primera experiencia con el odontólogo lo cuál permite familiarizarlos con el ámbito odontológico y los ayuda en futuras visitas en el consultorio”, detalló.
El Colegio Odontológico buscará en 2018 formalizar estos programas, formando referentes en el área de traumatismos y conformando una red de derivaciones ante una situación traumática para que un profesional sepa a qué nosocomio derivar. “Estamos hablando de casos que van desde un accidentado en moto o un niño que jugando en un recreo se traumatiza un diente; queremos vincularnos con municipios de las provincias para desarrolllar esta campaña en que la parte pública también pueda aportar su personal de planta y con actores particulares que puedan trabajar en conjunto”, detalló Érmoli.
Si logran esos convenios, consideran que van a duplicar la cantidad de niños alcanzados en 2017 con acciones en las escuelas. El año pasado participaron 242 odontólogos en estas acciones que coordina María Celeste Forzani, cuya iniciadora fue María Fernanda Sandrino.
Quieren que se exija protector bucal
Finalmente, adelantó que para este año los odontólogos pretenden ingresar un proyecto legislativo para obligar al uso de protector bucal en deportes de alto impacto como los artes marciales, karate, boxeo, rugby, hockey, entre otros. Se trata, en concreto, de un protector diseñado por un profesional para evitar fracturas dentales, cortaduras de labios o cualquier otro daño en la boca.
También impulsarán la aprobación de normativas que restrinjan el consumo de caramelos y golosinas en las escuelas, mediante la promoción de los kioscos saludables. Para el inicio de clases, insisten en la necesidad de que el certificado de salud que deben tramitar las familias con niños en edad escolar “no sea meramente un trámite sino que la madre exija al profesional que revise la boca del niño”.