COLUMNA DE AMJA
Por Carla Olocco de Otto
Advierto con honda preocupación, el modo en la cual ciertos medios masivos de comunicación, especialmente televisivos abordan aquellas noticias referidas a la temática en materia de violencia familiar y de género.
Cotidianamente, asistimos en forma recurrente y sistemática, a un anoticiamiento a la opinión pública de estas lamentables realidades, no solo parcial y sesgada sino – hasta cierto punto- perjudiciales para ese cuantioso colectivo de mujeres vulnerables que diariamente se encuentran subsumidas en estos escenarios. En ese sentido, se realizan entrevistas individuales a las víctimas, exponiendo sus sentires y pareceres, sin recabar los datos concretos, objetivos y fehacientes de sus procesos judiciales.
A ello se le adiciona que se extraen de dichas verbalizaciones ciertos “graphs” o “titulares” que lejos de generar un impacto positivo en las mismas o incluso para otras víctimas, representan expresiones que, con la finalidad de generar un alto impacto mediático, muchas veces menguan el accionar cotidiano de todos los organismos creados y organizados por leyes especiales para luchar contra este flagelo.
Ese extremo no representa la preocupación que moviliza a quien suscribe para esbozar estas líneas, sino plasmar y con ello repensar que muchas veces esas inexactitudes y parcialidades en la información por parte de los medios de comunicación, resultan muchas veces generadoras en los justiciables de sentimientos de total desconfianza y profunda desazón respecto a un andamiaje judicial, administrativo y hasta vecinal o comunal que aún con sus falencias, se encuentra diseñado y estructurado para su efectivo resguardo y protección.
Esas acciones apesadumbran no solo a quienes deben acercarse con todo el padecimiento a efectuar manifestaciones íntimas y dolorosas, esto es, su primer contacto con los órganos judiciales a través de la denuncia (con el temor que ello conlleva), como también a todos aquellos quienes ya han transitado esa etapa y poseen procesos judiciales en curso.
Lo más preocupante aún representa que muchas veces las locuciones “…la justicia no hace nada…”, “…da lo mismo denunciar que no hacerlo…” “…para que tener un botón anti pánico…”, genera un efecto totalmente adverso que puede obrar a la postre para robustecedor de la postura de los agresores o denunciados en el despliegue de sus conductas violentas.
La temática de violencia posee un corte transversal, por ello la respuesta parcial, cualquiera sea el estamento que la brinde, estatal o extra estatal, particular o privado jamás aportará una solución integral. La lucha contra este flagelo impele a que se libre mancomunadamente desde todos las organizaciones, asociaciones, instituciones y estamentos existentes; es por ello que la comunicación de esta tipología de noticias debe realizarse siguiendo otros lineamientos que no solo no obturen el efectivo acceso a la justicia, muchas veces por temor, sino que también permitan el mayor resguardo y protección de las víctimas, esto es los sectores más vulnerables.
Estas líneas pretenden representar una instancia para la reflexión y no para la crítica; pensadas a los fines de examinar, en términos constructivos, el papel que cada uno de los miembros de una sociedad desempeña en estos tristes y lamentables escenarios. Una instancia, quizá para poder formular un párate y diseñar – de una manera conjunta y armoniosa- nuevas prácticas y modalidades que no solo sean más constructivas, sino que coadyuven a la superación de esta problemática; remarcando que sin duda alguna el aporte de los medios de comunicación, por la importancia de la función que realizan día a día en esta sociedad, resulta un indispensable baluarte en estos contextos.
Desde este lugar, la invitación está formulada…
* Jueza de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Genero de Quinta Nominación de la Ciudad de Córdoba.