Todos los pasos a seguir para inscribirse en un registro de postulantes a guarda adoptiva y despejar dudas sobre el proceso de adopción en la Argentina están en la web de la Dirección Nacional del Registro Únido de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos.
Para adoptar solo se necesita:
- Inscribirse en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines Adoptivos, que corresponde al domicilio y la provincia de la persona interesada en adoptar, para que le realicen la evaluación y el alta. La inscripción es única y válida para todo el país.
- Que la persona y, en caso de que lo tenga, su conviviente o cónyuge, tengan más de 25 años cumplidos.
- Tener nacionalidad argentina o extranjera con 5 años de residencia en el país. Además, es posible pedir más información u orientación llamando a la línea 102 de la Senaf y participar de charlas informativas online que el Dnrua brinda una vez por mes. El 17 de noviembre, a las 14, habrá un encuentro online para personas de todo el país que aún no están inscriptas. Brindarán información sobre el proceso de evaluación, estadísticas, normativa vigente, y un espacio destinado a preguntas a fin de acompañarte en este primer acercamiento.
Mitos y verdades sobre la adopción en la Argentina
Uno de los grandes desafíos respecto a la adopción es derribar los mitos que la desalientan y poner el foco “en el derecho de las chicas y chicos a desarrollarse y vivir en una familia, como señala el Código Civil y Comercial”, dijo a Télam Alejandra Shanahan, directora de Promoción y Protección Integral de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), en el marco de la celebración, mañana, del Día Mundial de la Adopción.
Varios son los mitos que siguen circulando sobre la adopción en la Argentina, y que tienen un efecto directo sobre niñas, niños y adolescentes sin cuidados parentales, que esperan una familia, ya que muchas personas desestiman incribirse.
“Es mucho papeleo”; “Si adopto adolescentes no van a ser como yo”; “Hay que tener mucha plata o una casa propia”; “Hace años que me anoté y nunca me llaman”; “Habiendo tantos chicos viviendo en hogares no se entiende”; “Se tarda años, es imposible”, son algunos de los principales mitos que desalientan a las personas interesadas en adoptar.
Derribarlos y poner el foco “en el derecho de las chicas y chicos a desarrollarse y vivir en una familia, como señala el Código Civil y Comercial” es uno de los grandes desafíos, dijo Shanahan a Télam.
Según datos recientes de Unicef y la Senaf, en la Argentina hay 2.199 chicas y chicos en situación de adoptabilidad decretada, y casi la mitad son bonaerenses o porteños. El 75% tiene entre 6 y 17 años y más de un 10% presenta algún tipo de discapacidad o enfermedad permanente.
Es una realidad que no se corresponde con la disponibilidad adoptiva de los 2.373 legajos admitidos en los registros del país, de los cuales el 88% se postula para niños de hasta 2 años; solo un 18% aceptaría chicos de hasta 8 y apenas el 1% a mayores de 12, según datos de la Dirección Nacional de Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (Dnrua).
En función de analizar estos números y destrabar ese desencuentro, Shanahan explicó que se trabajó en la campaña nacional “Crecer en familia es un derecho. #Elegí adoptar”, que lleva adelante la Senaf junto al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
La propuesta se enfoca en los principales mitos, en sensibilizar a la sociedad para repensar el modelo de adopción y en brindar información para ampliar la cantidad de personas dispuestas a adoptar niñas y niños de más de 8 años, con discapacidad o problemas de salud y grupos de más de tres hermanos.
A continuación, una enumeración de creencias arraigadas y mitos que desalientan la adopción, y su contrapartida en la realidad.
- Mito: Todos los niños y las niñas que están en hogares están esperando a ser adoptados.
- Realidad: De los 9.700 chicos y chicas con medidas excepcionales que viven en hogares o en dispositivos institucionales, solo 2.200, es decir, el 24%, tienen la adoptabilidad decretada.
“La adoptabilidad se determina solo cuando es imposible el retorno con la familia de origen o ampliada y están preparados emocionalmente para hacerlo”, precisó Shanathan.
- Mito: Es mucho el papeleo y se demora años.
- Realidad: La inscripción es gratuita, personal y no requiere de intermediarios ni abogados y, en general, es documentación fácil de reunir y con “pocos requisitos”, según resaltó Shanahan. Respecto a los tiempos, la funcionaria planteó que depende mucho de la voluntad adoptiva que manifiestan las personas al inscribirse.
“Esto tiene que ver con que 8 de cada 10 personas eligen adoptar niños, niñas menores de 6 años”, subrayó. A su vez, de cada 100 familias inscriptas, solo 17 adoptarían a chicas y chicos con discapacidad o con problemas de salud,
Apenas 2 lo harían con grupos de tres o más hermanos y solo 1 se vincularía con adolescentes. Por eso, la campaña está enfocada en este punto: lograr que haya más personas dispuestas a ahijar a estas niñeces
- Mito: Si adopto adolescentes no van a ser como yo
- Realidad: Nunca los hijos son como uno, hay que dejar ese miedo de lado. Cualquier paternidad y maternidad se trata de respetar, aceptar y amar. “En relación a los adolescentes también se da una particularidad: quieren una familia, la están buscando. Por eso, necesitamos generar esa posibilidad”, señaló Shanahan, para quien el miedo a “no poder moldear a esos chicos y chicas más grandes” es posible de trabajar y así entender que, al igual que con los más chiquitos, es viable construir un vínculo amoroso y respetuoso.
La funcionaria indicó en este punto algo que considera muy importante: la articulación entre los organismos de niñez y las familias para derribar los miedos. En ese sentido, mencionó uno de los videos de la campaña.
Es la historia de María Victoria, una adolecente que hoy tiene 18 años y que fue adoptada a los 13. Su mamá relata que tenía muchos temores y prejuicios, y que gracias a despejarse las dudas se dio cuenta de que todo eso que imaginaba era “una ficción”.
“Una no se convierte en mamá por un embarazo y un parto. Yo empecé a ser mamá de Vicky el primer día que ella tuvo miedo a una tormenta, se vino a mi cama y yo la abracé y la envolví en la sábana”, cuenta la mujer, mientras su hija asiente. Y también explica que el proceso adoptivo, “al contrario de lo que dice todo el mundo”, le llevó “escasos 9 meses”.
- Mito: Si estás en pareja o te casaste, tenés mayores posibilidades.
- Realidad: Todas las personas mayores de 25 años pueden inscribirse: solas -de todos los géneros e identidades-, matrimonios igualitarios o familias con hijos.
Los especialistas destacan que si hay más conformaciones familiares, habrá más inscriptos que respondan a las realidades y necesidades de las chicas y chicos en situación de adoptabilidad, que a veces se pueden vincular mejor con una familia monoparental, por ejemplo.
- Mito: Hay que tener mucha plata y casa propia.
- Realidad: Muchas personas tienen miedo de no estar a la altura y creen que hay requisitos de ingresos mínimos o determinadas condiciones de vivienda. No hay que ser propietario ni tener ingresos muy altos, sino poder garantizar los gastos que lleva la crianza de un niño o una niña.
Si es una pareja, pueden trabajar o no los dos.
Por último, la funcionaria de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, informó que están trabajando para incrementar la coordinación en los territorios de los organismos de protección y de niñez, los ministerios de Justicia, los registros de adoptantes, los ministerios públicos y los juzgados.
“Es algo fundamental para fortalecer los procesos de adopción, para evitar demoras y también los fracasos en las vinculaciones, algo que es muy doloroso tanto para las chicas y los chicos, como para las familias”, concluyó Shanahan.
Valoro la publicación de una nota sobre la adopción, pero no comparto varios de los conceptos de la persona de la Senaf que escribe, ni del propio diario, cuando dice:
‘Para adoptar “SOLO” se necesita’.
Adoptar hoy en Argentina no es posible, o casi no lo es.
Primero que nada, el nuevo Código Civil establece que para que un chico entre en situación de adoptabilidad, deben, entre otros requisitos, haberse agotado las vías de vinculación a su familia biológica:
“ARTICULO 595.- Principios generales. La adopción se rige por los siguientes principios:
a) …
b) …
c) el agotamiento de las posibilidades de permanencia en la familia de origen o ampliada;”
Hemos sancionado un código civil que por LEY obliga a volver a los niños a un nicho social que no tiene educación sexual, muchas veces no sabe cómo los niños llegan, un nicho que tiene altísimos niveles de desocupación, pobreza, y en general poca capacidad y deseo de ahijar, y en el cual muchas veces los embarazos no son fruto de una decisión pensada y consensuada entre los padres.
A ese lugar está arrojando el Código Civil a nuestros niños.
De esa manera, muchísimos chicos, y cuando digo muchos hablo de cientos de miles, no de dos mil, entran en un loop de idas y vueltas buscando alguien dentro de su familia biológica que los quiera ahijar, y dado que existe un tejido social muy dañado en los estratos demográficos más pobres de la sociedad, esto es muy difícil, en la gran mayoria de los casos, de lograr.
De esa manera, vagan entre tíos que no los atienden, a hogares que los alojan temporariamente, para ir de vuelta a un abuelo biológico que luego por problemas legales o penales no lo puede cuidar, entonces vuelve a un hogar, otro esta vez, mientras se busca un nuevo vínculo biológico.
Como este proceso puede durar años, los chicos se forman con carencias graves en su edad más clave, de 0 a 1 año y luego de 1 a 5 años: su aprendizaje de los vínculos, su alimentación, la formación de sus capacidades y su sistema nervioso.
Los chicos en este proceso cumplen 8 o 10 años sin haber tenido nunca más que vínculos esporádicos y completamente aleatorios para ellos, muchos de ellos sin que alguien nunca haya cuidado su alimentación en cada una de sus edades, y sin forjar vínculo alguno.
Estos son los chicos que quedan en situación de adoptabilidad: chicos grandes, carenciados de la forma más cruel de carencia que es la de amor y cuidado (estamos hablando de personas que dependen de manera absoluta al principio y quizá menos después, del cuidado de un adulto para sobrevivir).
Estos son los chicos que el Registro de Adopción adonde cándidamente van a inscribirse pretensos padres que esperan serlo concretamente algún día.
En Córdoba, si no tengo números desactualizados, hay 5000 padres inscriptos para adoptar, y se dan 500 chicos en adopción por año.
Es decir, que la espera media para ser papá adoptivo es de 10 (DIEZ!!!) años.
Esto, en un país donde el 42% de los chicos menores de 12 años viven y crecen y forman sus cuerpos, sus mentes y sus corazones en la indigencia, con papás que no saben de Educación Sexual ni, en muchos casos, tienen la menor idea porqué la niña/mujer queda embarazada.
Este 42% es entre 1.5 y 2 Millones de niños.
Y hay 2 mil en situación de adoptabilidad? Entonces en Argentina NO HAY adopción.
Hemos sido rápidos de reflejos para sancionar y celebrar una ley del aborto que muchas de estas niñas/mujeres que se transforman en mamás no conocen, no educamos sexualmente, no tenemos una política de profilaxis, no hay educación para que las madres sepan de la existencia de una ley de adopción, ni mucho menos políticas económicas, sociales, sanitarias y estructurales, para que esta situación sea menos grave.
Puedo leer cualquier cosa sobre la adopción y alegrarme.
Pero no que se haga una publicación alegre y sin compromiso sobre un tema tan, pero tan, pero tan serio y delicado como éste.
La adopción no existe en Argentina, y no voy a leer algo como esto sin decirlo a los 4 vientos, y cuestionar duramente a quien publica una nota como esta simplemente retransmitiendo declaraciones que otra persona hace no sé con qué intenciones.
Y así estas intenciones fuesen honestas, no dicen toda la verdad.
El artículo 595 del CCyC, que ya existía en una ley anterior y fué consagrado en este Código, acabó con la adopción (además entre otras catástrofes en el tema adopción, el nuevo CCyC terminó con la adopción directa, una vía alternativa que servía y daba curso a determinados casos que por alguna razón, no podían canalizarse por las vías más usuales.
Soy un lector de toda la Vida de C&J, mi papá lo compraba para nuestro Estudio antes que quebrara y se reconstruyera, porsupuesto, con su edición aún en papel.
Pero francamente me quita todo el ánimo del día leer en este medio que se retransmite con liviandad una declaración como si fuera un noticia en sí, sin indagar un poco para saber cómo es el tema en realidad.