ESCUCHARSe realizaron en la provincia 4.500, menos de la mitad de lo que se escrituró en igual mes del año pasado, cuando se hicieron 9.200. Se trata del último registro del Colegio de Escribanos, que advierte causas económicas “arrastradas”, inestabilidad del dólar, falta de crédito y un parate total de la actividad los primeros días de la cuarentena. Anticipan que las cifras de abril “serán mucho peores”
Carolina Klepp [email protected]
En marzo pasado se realizaron en la provincia 4.500 escrituras, menos de la mitad de lo que se escrituró en igual mes de 2019, cuando se hicieron 9.200.
“Comparando sólo el mes de marzo de 2020 contra igual mes de 2019, el efecto negativo en la actividad notarial es muy significativo: La cantidad de operaciones cae un 50.6%, los montos de las operaciones en dólares se desploman un 56,18% y en pesos caen 32,88% nominalmente frente a una inflación del 48,5% (gran caída real de los montos en pesos)”, sostienen las conclusiones del informe que muestra la plataforma informática Sidano del Colegio de Escribanos. Allí se realizan todas las cargas de la actividad notarial provincial.
La fotografía del mes de marzo, último registro hasta el momento, forma parte del panorama del primer trimestre del año. “La actividad notarial sufrió un duro golpe durante el primer trimestre del 2020”, sostiene el informe. Fuentes de la entidad adelantan que el registro de datos de abril será “mucho peor”, por el parate de la actividad en el marco del aislamiento social obligatorio. Sin embargo, las razones no sólo se deben al coronavirus, advierten los notarios.
“Las razones ya se venían manifestando por una devaluación del 321% entre 2018 y 2019, en el cepo a la divisa en un mercado inmobiliario dolarizado, un PBI que cayó en tres de los últimos cuatro años y la incertidumbre en el proceso de reestructuración de la deuda. Sin embargo, el peor golpe a la actividad se produjo debido al cisne negro llamado coronavirus, que llevó a tomar medidas como el aislamiento social preventivo y obligatorio decidido por el Gobierno Nacional a partir del 18/03/2020 para prevenir una crisis sanitaria en el país”, detallan las conclusiones.
Caída trimestral
Según la estadística, los datos acumulados de enero a marzo de 2020 muestran “retrocesos en la cantidad de escrituras (32,12% acumulado), en el monto involucrado en dólares (35,37%), en tanto que el monto en pesos tiene un decrecimiento en términos reales (variación de 1,79% frente una inflación interanual de 48,5%)”.
Al comparar, en el primer trimestre del año pasado se realizaron en la provincia 22.900 escrituras contra 15.500 en igual período 2020.
“Al haber una situación económica desfavorable, al haber un dólar cambiante, el mercado inmobiliario tiene una situación de parálisis. Esta baja de escrituras que venimos viviendo desde hace muchos años se fue incrementado porque tampoco hay crédito, lo que tampoco ayudó para que la gente pueda acceder a la compra-venta de inmuebles. Hay dos problemas: el económico que tiene que ver con el propio mercado inmobiliario y la inestabilidad, sumado a la falta de crédito. En cuanto al impacto del coronavirus, el aislamiento nos produjo una parálisis total, al no poder trabajar prácticamente los números son inexistentes en función de lo que han sido anteriormente esos mismos meses”, afirmó a Comercio y Justicia el presidente del Colegio de Escribanos, Horacio Ortiz Pellegrini.
El dirigente profesional sostuvo que los primeros 30 días de la cuarentena no pudieron hacer nada, salvo actividades de fuerza mayor, relacionadas con actas de constatación o poderes o actos jurídicos donde no se contemplaba intercambio de bienes.
“Luego, con la resolución administrativa del jefe de Gabinete, la 467/20, se comenzó a generar algún tipo de movimiento siempre menor, estaba circunscripto a los actos jurídicos que solicitaran las personas excluidas del aislamiento social obligatorio y actos relacionados a las actividades declaradas esenciales. Las cifras de abril van a ser peor que las de marzo, porque en marzo tuvimos algo de actividad”, describió.
Además, hizo referencia al cierre de actividades del Registro de la Propiedad en cuarentena, que se restablecieron recién esta semana. Un dato: con la reapertura del Registro entraron hasta el miércoles pasado 500 certificados. “Esto significa pedidos de escribanos en relación a más de 500 inmuebles para celebrar actos jurídicos. De esos actos jurídicos, es muy probable que haya un porcentaje de compraventa y un porcentaje de donaciones (sobre todo para ordenar el patrimonio familiar). Hay un movimiento incipiente”, concluyó.
Ortiz Pellegrini no cree que la situación vaya a modificar en mucho el movimiento del tráfico inmobiliario mientras haya incertidumbre frente a la estabilidad del dólar. “Hasta que no se aclare el panorama la gente actúa en forma conservadora. Más allá de la pandemia, entramos en el tema económico”, señaló.
