ESCUCHARDe acuerdo a un reporte de Argentinos por la Educación realizado en base a un cuestionario incluido en las pruebas Aprender. Las referencias negativas a la apariencia física, al género o a la nacionalidad son frecuentes.
El fenómeno social del bullying forma parte de la realidad cotidiana de miles de chicos y chicas en todo el país. No es posible acceder a una educación de calidad si los aspectos de convivencia en el ámbito escolar no forman parte de las prioridades en la agenda institucional de las escuelas.
Desde la ONG Argentinos por la Educación señalan que los sistemas educativos deben promover el desarrollo integral de los estudiantes en sus dimensiones: psicológica, física y social, gestionando un clima de bienestar que favorezca la convivencia y la colaboración. “Así, una mayor satisfacción y pertenencia de los estudiantes conduce a una mayor motivación y a mejores resultados académicos y sociales”.
Según datos de la UNESCO de 2019 uno de cada tres estudiantes (32%) fue víctima de acoso por parte de sus compañeros o compañeras de escuela. A nivel regional el tipo de acoso más común es el físico, seguido del social (exclusión) y el sexual. Asimismo, el acoso en línea afecta a uno de cada diez estudiantes. Si bien el número es menor, quienes sufren de bullying son más propensos a sufrir de ciberbullying.
El bullying es “una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza el alumno alumna contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción sitúa a las víctimas en posiciones de las que difícilmente pueden salir por sus propios medios. La continuidad de estas relaciones provoca en las víctimas efectos claramente negativos: descenso en su autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos, lo que dificulta su integración en el medio escolar y el desarrollo normal de los aprendizajes” (Olweus, 1998).
De acuerdo al relevamiento realizado en el marco de las pruebas Aprender en todo el país “las y los estudiantes mayormente responden estar de acuerdo con que en su escuela hay un buen ambiente de convivencia. El 65,4% dice estar de “acuerdo” o “muy de acuerdo” con la afirmación de que en la escuela hay un buen ambiente de convivencia. El 28,1% dice estar “poco de acuerdo” y el 6,5% “nada de acuerdo”.
Resultados similares se obtienen al preguntar sobre si los estudiantes se llevan bien entre sí. El 65,0% dice estar “de acuerdo” o “muy de acuerdo” con que los estudiantes se llevan bien entre sí. El 29,1% dice estar “poco de acuerdo”, mientras que el 5,9% declara estar “nada de acuerdo”. En cuanto a cómo se sienten de ir a su escuela, el 47,5% de los estudiantes dice estar “de acuerdo” con sentirse bien de asistir a su escuela mientras que el 27,7% está “muy de acuerdo”.
Además, el 34,6% de los estudiantes de Argentina considera que en su escuela no hay un ambiente de buena convivencia, es decir que responden que están ”nada de acuerdo” o “poco de acuerdo” sobre la existencia de buen ambiente de convivencia de la escuela. En Córdoba, la cifra asciende a 36,4%, dos puntos por encima de la media nacional.
Discriminación por apariencia física
El cuestionario de Aprender pregunta acerca de la frecuencia con la que suceden ciertos eventos tales como la discriminación por alguna característica personal o familiar, discriminación por aspectos físicos, amenazas o agresiones a otros compañeros, y amenazas o agresiones a otros compañeros vía redes sociales.
En cuanto a la discriminación, el 7,8% de los estudiantes respondió que “siempre” se discrimina por alguna característica personal o familiar y el 10,7% que eso ocurre “la mayoría de las veces” mientras que el 32,3% respondió que “nunca” sucede eso en la escuela.
La discriminación por aspectos físicos resultó ser la más frecuente. Según el 8,3% de los alumnos, “siempre” se discrimina por aspectos físicos mientras que sólo el 24,6% respondió que “nunca” pasa eso en la escuela. El 15,6% respondió que “la mayoría de las veces” se discrimina por aspectos físicos y el 51,5% responde que “algunas veces” se presenta el hecho.
Según explica la especialista María Zysman, referente de la asociación Libres de Bullying, “la cultura de la imagen crea un espacio propicio para el bullying” que afecta a niños, niñas y adolescentes.
En cuanto a las amenazas o a otros compañeros, el 3,5% respondió que “siempre” suceden amenazas o agresiones a otros compañeros y el 6,5% que suceden “la mayoría de las veces”. En el otro extremo, el 45,5% respondió que “nunca” suceden tales agresiones o amenazas.
Por último, la problemática de menor frecuencia, según los estudiantes, es la amenaza o agresión a través de las redes sociales. El 2,8% respondió que “siempre” suceden estos eventos mientras que el 52,8% manifestó que “nunca” hay amenazas o agresiones vía redes sociales.
Directivos pocos sensibilizados
Un dato que resulta llamativo es que quienes ocupan puestos de Dirección en las escuelas no lo asumen como un problema. De acuerdo a los resultados de la encuesta el 41,2% de los directivos considera que el de la convivencia escolar es “un problema menor”, mientras que el 39% considera que la convivencia entre estudiantes “no es un problema”.
Solo un 2,8% de los directivos respondió que el problema de la convivencia escolar entre estudiantes es “un problema serio”. El 17% considera que se trata de un “problema moderado”.
Si bien en la mayoría de las escuelas se dispone de normas de convivencia, en muchas de ellas estos acuerdos no se cumplen. En Córdoba, el 95,5% de los establecimientos educativos cuenta con sus códigos de convivencia escolar y aún así los casos de violencia persisten.
