El club albiazul abrió sus puertas a las universidades para que los alumnos de intercambio internacional puedan conocer más de nuestra cultura, idiosincracia y valores.
Por Carolina Klepp – [email protected]
El fútbol enseña, en la cancha se aprende. Ésta podría ser una apretada conclusión de la experiencia vivida por un grupo de estudiantes universitarios extranjeros que por un día cambiaron sus clases en las aulas para tener una lección en el Estadio Kempes.
Mexicanos, colombianos, españoles, franceses, chilenos y brasileños vivieron el sábado pasado la “Experiencia Talleres”, jornada en la que el albiazul venció por 2 a 0 a Central Córdoba de Santiago del Estero.
Ya lo dijeron exfutbolistas que se transformaron en entrenadores y múltiples escritores también: el fútbol enseña. “La herramienta más educativa que yo he tenido ha sido a través del deporte. Allí he aprendido a aceptar la derrota, que otro es mejor, a levantarme después de no haber hecho bien las cosas, esforzarme para hacerlo mejor”, dijo el español, hoy DT del Bayern Munich, Pep Guardiola.
También, desde Argentina para el mundo, César Menotti afirmó: “Se puede dejar de correr durante largos minutos en el juego; lo que nunca puedes hacer es dejar de pensar”.
El sábado pasado, 17 alumnos de intercambio de la Universidad Católica (UCC) conocieron Córdoba de otra forma y adquirieron nuevos conocimientos para su carrera. Recorrieron el estadio mundialista, participaron de la previa del partido con los jugadores y el equipo técnico, compartieron los nervios, la alegría, los festejos y la pasión de la hinchada desde las gradas.
“Nunca había asistido a una cancha de un equipo extranjero. Lo que más me llamó la atención es la hinchada, el fervor con la que alientan. El momento previo al partido, donde concentran los jugadores y el equipo técnico fue un momento que destaco porque crea comunión y motiva al grupo”, destacó Alejandro Lafuente Hidalgo, estudiante español (22 años) de Ciencias de la Educación que cursará medio año de la carrera en la ciudad.
Oriundo de Murcia e hincha del Real Madrid, recalcó que nunca había visto tanta pasión por el fútbol. “Es muy enriquecedora la experiencia y pude conocer una parte importante de la cultura argentina: el fútbol”, dijo.
Idiosincracia y valores
En el club, el director Comunicación Institucional, Miguel Cavatorta, explicó que la entidad deportiva le propuso a las universidades cordobesas que sus alumnos de otras nacionalidades puedan compartir este tipo de experiencia.
“Talleres como club tiene la responsabilidad de articular con otras instituciones de la sociedad civil, empresas y Estado para construir una red que permita trabajar integralmente con los jóvenes”, explicó. “El objetivo es ofrecer una expresión de la cultura popular y de nuestra idiosincrasia, que permita enriquecer su estadía y conocimiento de nuestra gente.
El fútbol tiene mucho para ofrecer y nuestra obligación es que sea una enseñanza de valores positivos”, agregó.
Para la mexicana Mariana Franco Acevedo (21 años), estudiante de Arquitectura, conocer el Kempes le permitió poder comparar construcciones de estadios deportivos. Durante su visita se concentró en las diferencias con el Estadio Omnilife de su natal Guadalajara. “Si bien el Omnilife es mucho más nuevo y tiene mucha tecnología, conocer el Kempes me permitió ver cómo es la construcción de un estadio mundialista en otro país”.
Para la joven, simpatizante del Club Deportivo Guadalajara, más conocido como Chivas, sostuvo que lo que más la impresionó fue “la pasión de los equipos, la fuerza de las hinchadas, los cantos, las banderas. Es muy divertido y muy fuerte vivir eso, se puede conocer mucho de la cultura allí”.
Ya lo dijo el escritor inglés John Boynton Priestley, cuando advirtió de que el fútbol es mucho más que gente corriendo tras una pelota. Diferenció: “Decir que pagaron para ver a 22 mercenarios dar patadas a un balón es como decir que un violín es madera y tripa, y Hamlet, papel y tinta”.
Alejandro y Mariana, además de ser estudiantes ahora se han convertido en simpatizantes de Talleres; los dos nuevos hinchas gritaron fuerte los goles de Victorio Ramis y Hernán Encina ante un estadio con más de 25.000 personas.