Con posturas en contra y a favor, la Cámara de Diputados retomó la tercera jornada de discusión. Fue en el plenario de las comisiones de Legislación General, Salud, Legislación Penal y Familia
La Cámara de Diputados retomó ayer el debate en comisión de los proyectos que buscan despenalizar el aborto. Expusieron en primer término médicos y abogados en contra de legalizar la interrupción del embarazo hasta la 14ª semana, mientras que por la tarde lo hicieron actrices, periodistas y dirigentes políticos que están a favor de la propuesta.
En primer término, el pediatra Rodolfo Keller consideró que la despenalización del aborto es “una incongruencia inadmisible por el derecho a vivir que todo ser humano tiene por el sólo hecho de existir” y juzgó como “una cobardía desde la postura de un adulto terminar con un niño”.
“Una madre en estado de confusión ante la noticia de un embarazo no deseado debe recibir apoyo enfocado a llevar adelante su problema y no a deshacerse del mismo”, indicó.
A su turno, el abogado Ricardo Bach de Chazal puso de relieve: “Ninguno de los tratados suscriptos por nuestro país incluye al aborto voluntario como un derecho ni admite siquiera, indirectamente, que su práctica sea promovida o aconsejada por sus órganos de monitoreo”.
En esa línea, sostuvo que ningún organismo se encuentra facultado para “imponer, proponer ni sugerir que en Argentina se disponga la grave violación al derecho a la vida que supone la legalidad del aborto”.
En tanto, Débora Rainieri, médica y doctora en ciencias jurídicas de la Universidad Católica Argentina (UCA), aseguró que el embarazo “no es una enfermedad que debe ser curada con el aborto”, al advertir que existe “una valoración peyorativa del estado de embarazo de la mujer”.
Pidió asimismo considerar “el daño irreparable en la salud psíquica de la mujer después de un aborto” y agregó: “Los países donde existe la despenalización muestran esto como un dato científico que no pueden desconocer”.
Por su parte, Juan Gregorio Navarro Floria, abogado y profesor de la UCA, hizo referencia a la objeción de conciencia y sostuvo que “la libertad de conciencia quedaría desfigurada si, al momento de una mujer que quiere obrar respecto a los listados de su conciencia se la castiga por eso”, al sostener que “se trata de un conflicto de derechos humanos” porque -dijo- “en la objeción de conciencia hay una oposición de derechos”.
A favor de la despenalización
A su turno, expuso la actriz Muriel Santa Ana, quien advirtió a los legisladores que si no se aprueba la despenalización del aborto “llevarán sobre sus espaldas las muertes que se produzcan por la realización de abortos clandestinos”. Agregó que “el aborto existe, legislen ustedes lo que legislen”, y relató una situación personal, cuando se realizó un aborto clandestino.
En tanto, la coordinadora de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá) recurrió a un golpe de efecto para interpelar a los diputados. Raquel Vivanco exhibió una bombacha en la cabeza para responderle a una mujer de la Villa 31 que expuso la semana pasada en contra de la interrupción voluntaria del embarazo y dijo que las que abortan son unas “trolas que se fueron a garchar y no pensaron”, que pensaban con la bombacha y no con la cabeza.
Vivanco dijo a los legisladores: “¿Ése es el nivel de discusión de quienes están en contra del aborto?”