Videojuegos: claves de una industria en crecimiento

18 octubre, 2021

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Por Hernán Revale * y Mariano Obeid **

A la hora de valorar cuáles son los conocimientos requeridos para desempeñarse en ella, las empresas citaron dominio del idioma inglés, capacidad de programación y «cultura lúdica»; es decir, ser o haber sido gamer

Como cada año desde 2018, el Observatorio de la Industria Argentina de Desarrollo de Videojuegos de la Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf) realizó un relevamiento de los estudios de videojuegos en el país. En total participaron 84 firmas; más de la mitad, microempresas.

El relevamiento contabilizó un total de 1.916 personas que trabajan.

Más allá de los roles más conocidos de programación y arte, hay una diversidad de otros perfiles que forman parte de la industria: desde los comerciales y de redes sociales a la traducción, las voces, el sonido o el guionado.

Los videojuegos, como industria creativa, demandan y dinamizan una diversidad de actividades. Además, el vínculo laboral de relación de dependencia es predominante en los servicios que contratan los estudios; una cuarta parte de los que trabajan lo hace como freelance.

Entre programadores, por ejemplo, los empleados en relación de dependencia triplican el número de freelancers y entre los artistas gráficos, los duplican. En el otro extremo, sí resulta más frecuente la figura de contratación eventual para servicios como voces para personajes.

El mercado argentino de videojuegos crece todos los años de manera constante y, según el Observatorio de la Industria Argentina de Desarrollo de Videojuegos, la demanda laboral es muy alta.

A la hora de valorar cuáles son los conocimientos requeridos para desempeñarse en el desarrollo de videojuegos, las empresas destacaron -en primer lugar- el dominio del idioma inglés; en segundo lugar, la capacidad de programación y, en tercero, tener «cultura lúdica»; es decir, ser o haber sido gamer.

Por otra parte, las empresas midieron los perfiles más difíciles de conseguir en el sector y colocaron en primer lugar la comercialización; en el segundo, el rol de producción, y en el tercero, el denominado game design.

La presidencia de la Asociación Argentina de Desarrolladores de Videojuegos (ADV) destaca que, como industria, se enfrenta a un desafío: retener los talentos en territorio nacional.

“La calidad técnica y creativa de los argentinos se destaca en la región y a nivel global y la disparidad cambiaria, sumada a las políticas de trabajo remoto implementadas a nivel global (exacerbadas por la pandemia) complica muchísimo la competitividad en el mercado laboral», ilustra.

Córdoba

En cinco años, la industria cordobesa de videojuegos proyecta duplicar la cantidad de estudios enfocados en su desarrollo.
Para lograrlo, el sector cuenta con fortalezas internas y oportunidades en el mercado y con una base sólida sobre la que dará sus próximos pasos.
Alrededor de 15 estudios se abocan a la actividad, que emplea a unos 120 trabajadores de manera full time, a los que se suman otros 50 que se desempeñan como freelancers.
Hay tres unidades de negocios: una es la elaboración de juegos propios; otra es el desarrollo para terceros y la última es la creación de videojuegos aplicados a otros rubros, como la publicidad.
El recorrido de la industria cordobesa fue posible gracias a que Argentina es uno de los países líderes en la región y de los más importantes en términos de eventos dedicados a la industria.
En 2016, una investigación de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba concluyó que los videojuegos de estrategia mejoran la capacidad de los adolescentes para tomar decisiones en escenarios de riesgo o frente a situaciones de ambigüedad.
Se trató de una exploración local inédita, que examinó las plataformas lúdicas como herramientas potencialmente estimulantes de las funciones cognitivas, de la que participaron jóvenes de ambos sexos, de entre 15 y 18 años, de la ciudad de Córdoba.
Durante los últimos años, la industria del videojuego experimentó un crecimiento exponencial en Argentina y en el mundo. El vertiginoso aumento del uso de redes sociales y la proliferación de dispositivos móviles -como smartphones y tablets- favorecieron su masividad.
Vinculado con esa tendencia, emergió un interés sostenido de diferentes campos de investigación por evaluar la incidencia del uso de videojuegos en diversos dominios de la vida social.
En ese marco se inscribió el trabajo “Evaluación de juegos de estrategia en tiempo real como programa de entrenamiento cognitivo en adolescentes”, desarrollado por estudiantes en el marco de su tesis de licenciatura.
“A lo largo de las sesiones experimentales, los participantes fueron capaces de captar la información incompleta que el juego brinda y pudieron resolver actividades referidas a la recopilación y gestión de los recursos, la exploración del terreno, así como atacar o defender”, sostiene el informe.
También consigna que los jóvenes “desarrollaron aptitudes para tomar decisiones bajo situaciones de incertidumbre, mediante estrategias de razonamiento espacio-temporales y de planificación jerárquica”.