El colectivo de trabajo reúne cerca de diez grupos y solistas. Defiende hace cinco años “otro” modelo de gestión de cultura en Córdoba. / Por Soledad Soler
Producir cultura en Córdoba no es tarea sencilla. La falta de políticas públicas de fomento a las artes, sumada a las zonas grises en materia de controles y disponibilidad de espacios públicos para espectáculos, se presentan como dificultades insoslayables para la producción.
Frente a este complicado escenario algunos artistas deciden asociarse como parte de una estrategia para viabilizar propuestas, gestionar recursos y garantizar la difusión de su trabajo. ¡UPA! Músicos en Movimiento se inscribe en este tipo de iniciativas, que apuntan al asociativismo como estrategia de desarrollo de propuestas artísticas en esta ciudad, ante un panorama adverso.
Cooperativa de músicos
¡UPA! nació en 2005 con el objetivo de generar un espacio de cooperación para fortalecer y potenciar la gestión y producción artístico musical de grupos y solistas. Más de diez músicos treintañeros se lanzaron en aquel momento a un proyecto inédito: unir la música con el espíritu del cooperativismo.
Fue así que los integrantes de ¡UPA! se organizaron siguiendo la estructura que propone la asociación bajo formato cooperativo, para comenzar a difundir sus producciones y a grabar sus primeros discos.
Por medio de esta elección se bajaron del sueño de la “estrella popular del folclore marketinero”, para aventurarse en la compleja tarea de garantizar las condiciones para producir sus discos en paralelo a los mandatos del mercado de la música.
“No somos una productora”, afirma Enrique Roitter, músico integrante de la organización, distanciándose de ese eslabón empresario que suele tener más rédito económico que los propios artistas y que, sin duda, condiciona el proceso de creación y producción musical. “Cuando no dependés de un sello discográfico tu producto artístico es propio y todas las decisiones son tuyas: desde la selección de temas para el momento de grabación de un disco, la estética propia y de tu producto”, explicó Agustina Beltrán, del grupo Abrapalabra, integrante del colectivo.
Lejos de Cosquín
Los músicos de ¡UPA! hacen folclore, pero están lejos del Festival de Cosquín y de la popularidad de figuras exitosas como el Chaqueño Palavecino o Soledad. No es ése su objetivo. Los grupos que integran esta organización de músicos se dedican a estrechar lazos fructíferos con artistas como Liliana Herrero, quien participó del reciente Homenaje a Mercedes Sosa en el Pabellón Argentina y que siempre sostuvo una posición alejada del mercado masivo y se ligó más bien a una lectura muy propia del repertorio de la canción popular.
De esta manera, vinculándose con prestigiosos referentes del folclore en sentido amplio, los ‘upeños’ -como ellos mismos se denominan- apuntan a aumentar el reconocimiento artístico de sus creaciones musicales para poder acceder a una condición digna como trabajadores del ámbito de la cultura.
En ese sentido, ¡UPA! retoma algunas lógicas de funcionamiento del denominado Movimiento Canto Popular que se desarrolló en Córdoba durante la década del 70. Esto, sobre todo en referencia a las relaciones establecidas con otras organizaciones (como la UNC por ejemplo) y en el modo de organizarse y gestionar la circulación de sus producciones artísticas.
Al mismo tiempo, la adopción de ciertos lineamientos estéticos de producción artística musical ligados a la influencia ‘latinoamericanista’ en su repertorio, recuerda también a la generación del Movimiento Nuevo Cancionero, liderado por la “Negra” Sosa.
Trabajadores de la cultura
Además de definirse como una entidad de la economía solidaria y como grupo de artistas independientes, los upeños coinciden con otros músicos cordobeses que se definen de tal manera. Tal el caso de los Músicos Convocados de Córdoba (MUCC) y de la Unión de Músicos Independientes (UMI) que reúnen grupos y músicos que pelean por la profesionalización de su trabajo.
En ese sentido, una de las principales demandas gira en torno al proyecto de Ley de la Música, que implica la posibilidad de crear un Instituto Nacional de la Música -ente público no estatal que funcionaría desde la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación para administrar recursos económicos para los músicos-. “La ley ya fue redactada, presentada, y todos los músicos del país esperamos su aprobación”, indicó Roitter al respecto.
El proyecto de Ley Nacional de la Música fue elaborado en forma colectiva por cientos de músicos y referentes de la actividad musical de casi todo el país. El proceso de construcción de la ley duró 4 años y puede visualizarse junto a las adhesiones en www.musicosconvocados.com