“No habrá solución para ninguno de nuestros problemas, si antes no realizamos palmaria y prácticamente la unión de nuestro pueblo, que a través de tantos años ha venido disociándose en banderías ficticias o por mala acción de sus dirigentes. La Nación puede ser grande cuando nos unamos todos para trabajar por ella. Para eso, es necesario que cedan un poco los sentimientos de codicia y avaricia de los unos para igualar un poco esa felicidad que todos tenemos derecho a disfrutar. El exceso de individualismo llevó a nuestro país a una grave disociación. Comenzamos a ser cada uno de nosotros, enemigo de los demás. Los fraccionamientos políticos y dentro de los partidos, la división en sectas o caudillajes, habían separado totalmente al pueblo argentino.”
J. D. Perón. 1946
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