viernes 22, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Un inexplicable letargo respecto de Malvinas

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 Por Luis Carranza Torres* y Carlos Krauth **

Este pasado domingo 2 de abril se cumplieron 35 años de la Guerra de Malvinas. Más allá de los actos usuales y los recordatorios, más que merecidos, a quienes lucharon en un hecho tan caro a los sentimientos nacionales, un acontecimiento noticioso imprevisto sumó al aniversario una nota impensable.
Conforme el semanario de las islas -profundamente antiargentino-, el Penguin News, por una cuestión volcánica se había formado una  pequeña isla “cerca del continente”, a unos 240 kilómetros al norte de la isla Salvaje del Oeste, la isla del norte del archipiélago más cercana a la Argentina continental y sobre la que había planes de reclamar como propia y extenderse sobre el área marítima circundante, en un sector fuera de toda disputa hasta entonces. La nota daba toda una serie de precisiones destinadas a hacer caer en el error a medios de Argentina – como el diario Perfil- que la difundieron como cierta un día antes de la fecha aniversario.
Luego, en el diario Clarín se aclaró sobre su falsedad, asociándola a una “broma” por el “día de los tontos en abril” acontecimiento anglosajón semejante a nuestro Día de los Inocentes. La fuente citada, un supuesto geólogo llamado “Loof Lirpa”, que al revés se lee “april fool” (tonto de abril, en inglés) contenía la clave del anuncio. Claro que, contra la costumbre, no se aclaraba al final que se trataba de una broma.
Hacemos aquí una pequeña digresión respecto de lo que realmente importa y vamos a tratar después. Hay un núcleo duro, en las islas y fuera de ellas, que más allá de su declarada postura de los isleños de “que la Argentina los deje vivir tranquilos” apuesta al enfrentamiento permanente, entre otras cuestiones, con actos como estos. Una broma presupone confianza entre quienes la realizan. Lo otro es mofarse del prójimo, buscando herir sensibilidades en fechas muy caras a muchos, sobre todo los que perdieron familiares en el conflicto. Más que chanza es una agresión gratuita que no busca divertirse sino lastimar. Y que habla por sí misma de las calidades humanas de quien las lleva a cabo. Si hasta la propia primera ministra inglesa ha dicho que “bajen un cambio” con ese tipo de actitudes porque complican la relación entre ambos países.
Pero en lo que realmente nos importa, la difusión de la noticia primero y su desmentida después, más allá de mostrar que ciertos medios no chequean lo que publican, es como dejó en evidencia la parsimonia de los medios y la sociedad argentina frente a un tema que debería ser tan importante como lo es la soberanía nacional. Tanto Perfil como un diario de Necochea que habían difundido la noticia no tuvieron el menor reproche a pretensión de una potencia extranjera de alzarse con parte del territorio marítimo nacional.
Casi lo expusieron como una nota de color. “Las Malvinas suman una nueva isla”, postula uno de los títulos.

El peor de los errores de la guerra de Malvinas fue el subsecuente proceso de “desmalvinización” que se inició al finalizar el conflicto. Tratando de ocultar u hacer olvidar la derrota militar, que produjo una desvalorización como sociedad, no sólo la justicia del reclamo, un planteo jurídicamente viable e indiscutible de soberanía, sino también sobre el comportamiento de cientos de hombres (y mujeres, que también las hubo) que allí estuvieron en esos días y lucharon, por todo un país, dejando de lado toda conveniencia personal.
En las épocas que vivimos, cuando no somos capaces de mirar la situación de los otros y sólo nos interesa nuestro interés, creemos importante reconocer las acciones de aquellos que, como dijimos, sólo pensaron en los demás demostrando una valentía, altruismo y desapego a lo individual que sería bueno imitar, aunque fuera mínimamente.
Lamentablemente, este tipo de hechos muestran a las claras que esa “desmalvinizacion” sigue vigente. Seguramente si como como colectivo pudiéramos empezar a salir de nuestro circulo propio de intereses y ver con ese mismo celo los problemas de todos como Nación, tendríamos seguramente una sociedad mucho más justa, equitativa y con mayor dignidad humana que la que tenemos. Pero estamos, hoy, muy lejos de ello.

* Abogado, doctor en Ciencias Jurídicas. ** Abogado, magister en Derecho y Argumentación Jurídica

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