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Por Gustavo Scarpetta. Contador público. Especialista en comercio exterior
El escenario del próximo presidente en cuanto a comercio internacional estará dominado por la falta de dólares. Un tipo de cambio que luce atrasado, reservas en rojo, exportaciones débiles y deudas de los importadores para pagar al exterior son un conjunto de temas claves que se deberán ir desactivando; de no corregirse, se generará recesión.
Tres temas urgentes le esperan al nuevo presidente:
– Falta de dólares para mover las importaciones y la economía;
– definición de un tipo de cambio que sirva para los exportadores;
– generar certidumbre mediante un programa de corrección de los desajustes que afectan al comercio internacional argentino.
La falta de dólares debería corregirse pidiendo prestado o generando más exportaciones, más precisamente superávit comercial.
Para profundizar esto, es difícil encontrar a alguien que nos pueda prestar. Salvo que saquen algún conejo de la galera, desde China o Medio Oriente, pero debería ser un monto mucho más grande que en los casos anteriores.
Todos esperan un salto de las exportaciones, basados en el fin de la sequía y un mejor régimen de lluvias. Las estimaciones hablan de entre 20 mil millones a 30 mil millones de dólares que se sumarían a las actuales exportaciones. Las exportaciones vinieron cayendo 24% en estos primeros nueve meses.
El déficit comercial es de siete mil millones, y sería de casi 10 mil a final de año. Ello sumado a una deuda de los privados, que se estima de entre US$20 mil millones a US$50 mil millones, a sus proveedores de bienes y de servicios, especialmente de fletes.
Los exportadores necesitan un tipo de cambio más competitivo. El nuevo presidente deberá definir de cuánto será y cuándo lo establecerá, si con un salto o con pequeñas modificaciones periódicas.
En el mundo, el comercio global no tuvo su mejor año, y crecerá entre 0,7% y uno por ciento, según las estimaciones de los organismos internacionales. Para 2024 los pronósticos son mejores, estimándose entre dos y tres por ciento de crecimiento. Todo va a depender de varios factores como la relación China-EEUU, la guerra de Ucrania y el desarrollo del conflicto en Gaza.
Los exportadores necesitan certidumbre para exportar y los productores agrícolas para sembrar y cosechar con variables conocidas.
Un programa específico para el sector es posible, dada la gran dependencia de Argentina de los dólares que produce el agro. Fijar reglas e impuestos a la exportación determinados puede ser clave para un mejor desarrollo y más ingreso de dólares.
Argentina terminará el año con déficit comercial y le sería muy complicado terminar 2024 con una situación similar. El nuevo presidente va a necesitar accionar sobre este punto y deberá promover las exportaciones para ir hacia un superávit fiscal.
