Recordemos lo desarrollado en la entrega anterior, en la que establecimos que lograr un acuerdo escrito era un escenario posible, pero no único, de un proceso desarrollado de manera respetuosa y profesional con los participantes.
Si esa consecuencia lógica del proceso se sistematiza y se convierte en un dispositivo de intervención para la cotidianeidad de ese sistema familiar en ese momento particular, habremos logrado un instrumento útil.
Sin embargo, es interesante poder evaluar la operatividad futura o la efectividad del dispositivo acuerdo analizándolo a través de las variables de eficacia y eficiencia.
Lucas y Sofía se presentan a mediación en una etapa prejurisdiccional, acompañados por sus letrados patrocinantes. Ambos abogados con una actitud muy colaborativa desde el comienzo.
Sofía, requirente, tenía como interés poder prolijar la situación con sus dos hijos, un varón de siete años y una niña de nueve, a fin de lograr recuperar la eficiencia de los recursos en la vida cotidiana. Ella se había quedado en la casa familiar, los chicos seguían yendo al mismo colegio y se complicaba su situación económica al no tener vehículo para ir a su trabajo ni para acompañar a los chicos al colegio y a sus actividades extracurriculares. Los gastos eran bastante más significativos que los ingresos, no solamente de los suyos, sino también sumando la cuota de alimentos que habían acordado provisoriamente con el papá de los chicos.
Lucas extrañaba mucho a sus hijos, ya que desde su nacimiento estaba muy presente en su cotidianidad. Había vuelto a su domicilio paterno que quedaba bastante alejado del domicilio anterior, con lo cual, llevar los chicos al colegio, irlos a buscar para merendar con ellos y trasladarlos nuevamente al domicilio familiar, significaba largas horas de permanencia en el auto, en medio del tránsito, y ni hablar cuando los chicos tenían sus actividades extras como fútbol, hockey, cumpleaños de compañeritos, etcétera. Por eso, la eficacia del dispositivo para Lucas tenía que ver con lograr más cantidad de tiempo con los chicos y de mejor calidad, preferentemente fuera de la situación de transportista…
Trajo aparejado mucho trabajo acompañar a este par de padres ocupados y preocupados amorosamente por sus hijos -pero sin diálogo-, lograr relevar y desglosar las cuestiones subjetivas y dolorosas que traían ambos. Sin embargo, con la ayuda de los letrados, fuimos avanzando sobre cuestiones objetivas, con criterio de eficiencia para armar un dispositivo teniendo en cuenta, por ejemplo, las idas y vueltas de los chicos a todas sus actividades evitando que se gastaran demasiados recursos económicos en ello y dejando la seguridad de los chicos a resguardo en todo momento.
Cuando pasamos a leer un borrador de estas cláusulas a Lucas y Sofía, referente al plan de parentalidad, creíamos haber logrado el objetivo de evitar que ningún niño quedara sin protección y con una vida lo más similar posible a como era antes que sus padres decidieran separarse como pareja, habiendo estirado al máximo el recurso económico, haciendo malabares, para que alcanzara para todo.
En ese momento, Lucas dice: ”Todo bien, pero… ¿y mi tiempo de calidad con los chicos…?”
Esto nos demostraba que habíamos quedado atrapados en la eficiencia (cómo se hace), pero no habíamos plasmado un dispositivo suficientemente eficaz (qué se hace), por lo cual no era efectivo, por lo menos para Lucas.
Recordemos el concepto que, a un acuerdo como dispositivo de intervención en las situaciones conflictivas de Familia, se llega como la consecuencia lógica y no forzada de un proceso cuidadoso, respetuoso y profesional.
Este dispositivo será sustentable, sostenible y ecológico para ese sistema, si ha logrado tener en cuenta la satisfacción de todos los intereses de sus elementos, sin soslayar las relaciones, conexiones y entramado entre ellos y con los elementos e instituciones de su entorno, incorporando la creatividad y flexibilidad propias del proceso de mediación.
Teniendo en cuenta lo anterior, podremos acercarnos a lograr un dispositivo/acuerdo efectivo si lo entendemos co-construido y diseñado por las partes, en un delicado equilibrio entre la eficiencia y la eficacia que lo convertirá en verdaderamente sustentable y útil para esa familia.
(*) Mediadora especializada en Familia y en Restitución Internacional
Una descripcion precisa y de gran profesionalidad de lo que se vive en el proceso de mediacion .
Un momento hay que detenerse en analizar justamente lo que la reconocida Mediadora Silvina Muñoz ,expresa la eficacia del acuerdo .Pues del relato se percibe a uno de los protagonistas en desacuerdo con la modalidad en que se desarrolla el contacto con sus hijos ,NO es de calidad .
Gracias por el aporte .