“Alguna vez prediqué la armonía como categoría fundamental de la existencia humana; sigo creyendo en ella como condición inalienable para la Argentina que todos anhelamos. Esa básica consonancia excluye la violencia e implica comprender que el único camino para la construcción fértil es partir de ideas, valores y principios, cuya práctica concreta no cercene el cauce de la paz. No puede persistir duda alguna acerca de los caracteres buscados: se trata de una democracia social, que, como se verá, consiste en una estructura político-social absolutamente coherente con los principios esenciales de la Comunidad Organizada. Cuando utilizo la palabra ‘social’, pienso en una democracia en la que cada integrante de la comunidad pueda realizarse con la única condición de poseer idoneidad y condiciones morales indispensables para aquello a que aspira. En ese sentido, la forma de gobierno que sirve a la democracia social resulta ser ‘Representativa, Republicana, Federal y Social’. Por eso, en el camino de la consolidación de la comunidad argentina, desempeña un papel primordial la propuesta de un esquema de valores morales y espirituales, que le confiera al Pueblo la templanza que el futuro de la Nación requiere”.
Modelo Argentino para el Proyecto Nacional – J. D. Perón
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