ESCUCHARPor Marcela Palacios *
Cuando los límites políticos de un territorio no reflejan la realidad urbana, se inicia una serie de fenómenos sociales y urbanísticos que, en gran escala, va marcando la desigualdad e inequidad entre los ciudadanos de las grandes urbes.
La velocidad en que se suscitan los cambios sociales, económicos y culturales hace que la misma fisonomía de una ciudad tome una dinámica propia que, sin regulación ni planificación estratégica, define una forma que responde a los intereses que predominaron en este juego de fuerzas que conjugan, en la proyección de las vidas de cada uno de los ciudadanos, empresarios desarrollistas y las autoridades vigentes, las prioridades de gestión, la interrelación entre ellos, la influencia de factores sociales y/o culturales, como nuevas estructuras familiares, etcétera.
Así es que va ocurriendo el fenómeno de transformación de la “mancha urbana” de un territorio. Hace unas tres décadas, la ciudad de Córdoba se encontraba bien delimitada en cuanto a su espacio y su dinámica como ciudad. Hoy la realidad es bien distinta en lo que respecta al “territorio urbanístico” y “dinámicas sociales”.
La mancha urbana fue creciendo y alcanzando pueblos y pequeñas ciudades de los alrededores con la nueva denominación “Córdoba Metropolitana”. Bajo este nombre se fue identificando la situación urbanística de territorios como los de La Calera, Malagueño, Mendiolaza o Villa Allende.
De esta manera, quienes logran realizar “emprendimientos inmobiliarios” ponen en jaque a gobiernos locales que se ven presionados en el corto plazo a responder por las demandas de servicios públicos que requieren estas nuevas urbanizaciones, las cuales muchas veces ni siquiera están autorizadas como tales o autorizadas en toda su cabal realidad.
Es así que, desde hace 20 años, la ciudad de Córdoba como las ciudades aledañas que conforman el área metropolitana vienen sufriendo una transformación urbana sin precedentes. La dinámica de estas nuevas urbanizaciones y desarrollos ha transformado la tradicional ciudad de Córdoba.
Podemos mencionar los siguientes fenómenos y luego seguir con este análisis:
- Segregación urbana. Migración de habitantes desde barrios y zonas tradicionales de la ciudad a nuevos desarrollos urbanos con estilos de vida diferentes que seducen al momento de elegir; por la seguridad, entre otros motivos. Asentamientos de villas en zonas periféricas.
- Barrios tradicionales con grandes casonas ahora son polos comerciales. Actúan como barreras urbanas incluso al captar a los clientes potenciales en el mismo lugar. Por ejemplo, barrio Jardín o la calle Tejeda en el Cerro.
- Family friendly, un nuevo concepto de estilo de vida por el que las familias buscan ambientes con acceso a espacios verdes y reducción de tráfico vehicular.
- Periurbanización. Habitantes de la ciudad de Córdoba que se mudan a ciudades como La Calera, Carlos Paz, Mendiolaza, Villa Allende, aunque su vida cotidiana ocurre en Córdoba, Hoy, las inversiones realizadas en accesos hacen que esta vinculación sea realmente muy viable.
La mancha urbana de la ciudad de Córdoba estaba bien definida en 576 km2. Hoy esa realidad es bien distinta. Hay una marcada delimitación entre la zona Norte y la zona Sur. Se habla incluso de dos ciudades.
Mientras que la zona norte de la ciudad se encuentra integrada a las otras ciudades colindantes, tanto en su desarrollo y funcionamiento como en su vida social, la zona sur se encuentra en pleno desarrollo de su infraestructura, careciendo de servicios públicos, de manera drástica.
La inequidad se acrecienta. La mancha urbana se torna inmanejable.
La “mancha tributaria” tampoco acompaña y de esta forma colapsan servicios y el entretejido tributario se vuelve cada vez más injusto para quienes residen en Córdoba, abonando las tasas y contribuciones propias con contraprestaciones que no llegan o están sesgadas a sectores con mayor demanda o poder, en este caso la zona norte de la ciudad.
Esto es también el resultado de la falta de planificación en conjunto de quienes deben tomar decisiones de políticas urbanas.
Comenzar a visualizar a Córdoba como Córdoba y su área metropolitana es la manera de crear una sociedad más justa y pujante para todos.
La planificación urbana traspasa todos los temas que hacen a una sociedad y es la única herramienta posible y responsable para lograr un desarrollo sustentable.
* Especialista en políticas públicas
