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Esa brecha que existe entre hombres y mujeres “limita el desarrollo personal y laboral de la población femenina de la región”. La desproporción es más frecuente en áreas urbanas.
En varios países de América Latina y el Caribe las mujeres equiparan a los hombres en acceso a Internet, pero están en clara desventaja con respecto a su uso. Bajo el título “Mujeres en la economía digital: superar el umbral de la desigualdad”, la Cepal puso en relieve una realidad de nuestra región mediante la presentación de un documento sobre la Mujer de América Latina y el Caribe.
e esta manera, el organismo señala que esa brecha “limita tanto el desarrollo personal y laboral de la población femenina como el crecimiento con igualdad de los países de la región en el marco del nuevo paradigma tecnológico”.
Uno de los datos más llamativos del documento es que la proporción de hombres y mujeres que declaran usar Internet desde cualquier punto de acceso aumentó en los últimos años en todos los países, pero sólo en Brasil, México y Uruguay la brecha entre ambos sexos se redujo; mientras que en el resto se amplió.
Así, la diferencia entre mujeres y hombres es de casi cinco por ciento en Chile (39,3 por ciento contra 44 por ciento), uno de los países con mayores tasas de uso de Internet, y en Perú, el 26 por ciento de las mujeres y 34,1por ciento de los hombres dicen ser usuarios.
Otras conclusiones del estudio
– La brecha digital de género es más frecuente en áreas urbanas que rurales y afecta principalmente a las mujeres de mayor edad de todos los niveles educativos.
– La brecha de género es menor en aquellos grupos donde la tecnología es menos accesible. Ello incluso teniendo en cuenta que la prevalencia de uso de Internet aumenta a medida que asciende el nivel de ingresos de los hogares. En Uruguay, el país menos desigual en este ámbito, 34,5 por ciento de las mujeres del primer quintil (nivel de ingreso económico) declaran usar Internet, contra 63 por ciento del quinto quintil.
– La desigualdad sólo se revierte en el caso de las mujeres asalariadas, que muestran tasas de uso de internet superiores a las de los hombres. Según el estudio, esto indicaría que contar con habilidades para el uso de las TIC puede ser una herramienta poderosa para la inserción laboral de muchas mujeres.
– Casi la mitad de las mujeres de la región no tienen ningún vínculo con el mercado laboral: las mujeres representan 50,9 por ciento de la población, más de 300 millones de personas. La tasa de actividad económica femenina asciende a 49,8 por ciento mientras que la masculina llega a 78,7 por ciento.
– La mayor parte de las estrategias digitales nacionales que tienen la mayoría de países de la región no incluye acciones específicas para promover la igualdad de género.
Por último, la Cepal plantea que uno de los principales desafíos de los países de la región está en garantizar la autonomía económica de las mujeres, aumentando su participación en el mercado laboral y reconociendo el trabajo no remunerado que ellas realizan mayoritariamente. El organismo entiende que en la economía digital se reproducen desigualdades de género presentes en el resto de la sociedad y, por lo tanto, pone la urgencia en políticas que prevengan la segregación laboral, eviten las brechas salariales y promuevan una justa división del trabajo.
