El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo a 3,6% su pronóstico de crecimiento para América Latina en 2013, una expresión de una recuperación global que sería más lenta de lo previsto y que deprimiría los precios de las materias primas que exporta la región. Brasil sería la gran responsable del pesimismo evidenciado por el organismo.
La economía mundial, por su parte, crecería 3,5% este año, -0,1 puntos menos de lo previsto en octubre- y la zona euro permanecería en recesión por segundo año consecutivo.
Las “Perspectivas de la Economía Mundial”, elaboradas periódicamente por el FMI, son un documento muy criticado a nivel mundial por sus yerros. Entre 1991 y 2001 se produjeron 134 recesiones en el mundo, de las cuales las “Perspectivas” del FMI sólo anticiparon 15. Por ello, hasta el propio Congreso de los Estados Unidos -por medio de una comisión especial- las juzgó como un instrumento poco confiable para anticipar la economía mundial.
Pese a ello, en Argentina los economistas ortodoxos y los principales consultores económicos seguidos por el sector privado les otorgan centralidad a la hora de prever el despliegue de la economía mundial.
El fondo revisó sus previsiones mundiales con un tono cauto. “Quizás hemos evitado los abismos, pero aún nos enfrentamos a montañas muy altas para poder volver a encarrilar a la economía mundial”, explicó en rueda de prensa el economista jefe del fondo, Olivier Blanchard.
Según la última versión de las “Perspectivas” del FMI, difundida esta semana, en 2013 América Latina crecería 0,3 puntos porcentuales menos de lo pronosticado en octubre del año pasado: la previsión del organismo se rebajó de 3,9% a 3,6%.
En 2014, la expansión sería del 3,9%, 0,1 punto menos de lo previsto hace tres meses.
La revisión a la baja se debe en gran medida al pesimismo con respecto a Brasil, que crecería 3,5% este año, 0,4 punto porcentual menos de lo que antes se esperaba. El FMI también redujo de 4,2% a 4% la previsión de crecimiento para la mayor economía de América Latina en el 2014.
El pronóstico de crecimiento del FMI para México, la segunda mayor economía de América Latina, se mantuvo en cambio invariable en 3,5% para 2013 y 2014.
El frenazo externo
Para el FMI, la debilidad de las economías desarrolladas seguirá golpeando este año la demanda externa y los precios de las materias primas, el motor del crecimiento de América Latina en la última década.
“Además, el margen de maniobra para aplicar políticas más laxas se ha reducido, mientras que las restricciones de la oferta y la incertidumbre de las políticas han entorpecido el crecimiento en algunas economías (por ejemplo, Brasil, India)”, explicó el organismo multilateral.
Aunque el crecimiento de América Latina está en línea con la proyección mundial, quedó sin embargo muy por debajo del 5,5% proyectado por el FMI para las economías emergentes.
“Las políticas de apoyo han sido el sostén de gran parte de la reciente aceleración de la actividad en muchas economías. Pero la debilidad en las economías avanzadas será un lastre tanto para la demanda externa como para los términos de intercambio de países exportadores de materias primas, ya que en esta actualización se supone un descenso de los precios de las materias primas en 2013”, analizó el organismo.
Europa, aún en recesión
El organismo multilateral volvió a revisar a la baja sus previsiones para la Unión Europea (UE).
“Ahora se prevé que la actividad se contraerá 0,2% en 2013, en lugar de expandirse 0,2%. Esto se debe a demoras en la transmisión de los menores márgenes soberanos y la mejor liquidez de los bancos a las condiciones de préstamo al sector privado, y a una incertidumbre aún elevada acerca de la resolución definitiva de la crisis, a pesar de los avances recientes”, indicó.