Por Sergio Castelli* y María Constanza Leiva**
A fines del año pasado, todo parecía venir viento en popa para la nueva sucursal de la Taberna de Moe, esta vez en el mundo real.
Y es que, si hay algo que caracteriza a los argentinos es la inventiva y el humor… y también el fanatismo por los Simpson, y es lo que sucedió en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires, donde un arquitecto y un par de amigos decidieron aunar esfuerzos para traer la famosa taberna al alcance de todos los argentinos.
Así fue como los vecinos de Ituzaingó se despertaron en Springfield, con la taberna de Moe en la esquina, sobre las calles Martín Rodríguez y Laprida. Al comienzo circuló la versión de que se trataba de un emprendimiento inmobiliario, es decir que podría ser alquilado, por algún fanático claro, para vivir allí, pero luego se confirmó que sería un bar al que todos podrían acercarse a beber algo o a pasar el rato, como tantas veces lo había hecho Homero con sus amigos dentro de la serie televisiva.
Con el correr de los días, los transeúntes sorprendidos se detenían a tomarse una foto con el legendario bar, y comenzó a difundirse la noticia. Las redes sociales de la taberna argentina sumaron miles de seguidores precipitadamente, y en un abrir y cerrar de ojos, colapsaron los pedidos de reserva para asistir a la inauguración.
Pero el anhelado bar no pudo tener un final feliz, por “problemas legales” con Fox, la cadena televisiva dueña de los derechos de los Simpson.
Así lo informaron los responsables del entusiasta emprendimiento, a través de sus redes sociales: “Debido a diferencias sobre el uso de imagen y derechos de Fox, nos vemos obligados a modificar la temática de lo que todos ya conocen como el Bar de Moe. El establecimiento abrirá sus puertas y funcionará de la misma manera que estaba programada hasta dicho momento con sus reservas incluidas y todos sus servicios activos (…).”
Los representantes de Fox se pusieron en contacto con los creadores de la taberna argentina y, al no llegar a un acuerdo por el uso de los derechos de imagen de los Simpson, los argentinos se vieron obligados a cambiar radicalmente el nombre y la apariencia del local previo a su apertura.
Sucede que esta serie televisiva, de ya 29 temporadas y casi 30 años en el mercado, siempre en boga y que no pasa de moda por ser una sátira de la vida en sociedad, está especialmente protegida, a través del debido registro de los derechos de autor, y todo el merchandising surgido de ella es de uso exclusivo de sus propietarios, como de todo aquel que obtenga una licencia legal de mano de Fox.
Criticada por ser considerada como una “mala influencia” para los niños, adorada por otros, es innegablemente una de las series más conocidas en el mundo, y difícilmente encontraremos a alguien que no haya compartido alguna vez una tarde con Homero y su familia, aunque para los argentinos deberá seguir siendo a través de la pantalla.
* Agente de la propiedad industrial ** Abogada [/privado]