Por Federico A. Ossola (*)
Ni habría que decir que Los Beatles se separaron en 1970; que Lennon murió en 1980 y Harrison, en 2001. Que, por ende, no podría haber un nuevo tema de los Beatles “Lennon/McCartney”, compuesto y grabado en 2023, “a la vieja usanza”.
Señalo esto, pues he visto críticos que han dicho que Now and then no es un verdadero tema de Los Beatles sino una canción sólo de John, resucitada de manera artificial, casi un holograma de sí misma, que Los Beatles están muertos y que se trata de un capricho de Paul.
Por empezar, definir qué es un tema “Lennon/McCartney” es imposible. En un extremo, Blackbird y Julia (solistas absolutos); en el otro, I want to hold your hand; en el medio, todas las variantes que se nos ocurran.
En realidad, Now and then es un tema de Los Beatles en la única manera en que ellos pueden hoy proponernos algo realmente nuevo. Y lo han hecho rompiendo barreras, en lo que siempre fueron pioneros.
Empecemos por lo básico: la inteligencia artificial empleada por Peter Jackson solamente se ha limitado a limpiar, pulir y dar brillo a las diversas pistas e instrumentos grabados (lo ha hecho ya dos veces, en Get back y Revolver); en el caso, rescatando la voz de John (parece grabada ayer), y sin “crear” o inventar nada que no haya sido real. Hay un fuerte trasfondo ético en ese punto, y es claro que será una línea que se mantendrá para los próximos proyectos sobre Los Beatles.
Lennon grabó la canción (que tenía tres partes bien distinguibles) en 1977, en su piano, y con una casetera. En 1995 (segunda sesión de las Anthology), los tres, dejando de lado una de las partes de la canción (I don’t wanna lose you…), empezaron a trabajar sobre lo restante, dándole estructura y grabando voces e instrumentos. Sea porque a George no le gustaba, o sea por cuestiones técnicas (el sonido de la maqueta original es muy pobre, el piano de John tiene alguna pifiada, y en aquel momento no pudo ser separado de su voz), quedó archivada y no vio la luz.
Pero siempre estuvo en la mente de Paul, quien, -incansable (no queda más que darle las gracias)- finalmente la rescató luego de la “experiencia Jackson” (el nuevo Quinto Beatle): trajeron todo aquello que habían hecho en 1995 (por eso la “parte faltante”), se procesó con inteligencia artificial, Ringo y él grabaron sus partes, y se añadieron cuerdas y un puente instrumental (compuesto, claramente por Paul) que antes no tenía.
El resultado es una canción que, además de ser realmente hermosa, conmueve en más de un sentido, porque nuevamente Los Cuatro están juntos, ofreciéndonos algo nuevo, y de calidad.
A mí la canción, en sí, me encanta. No será A day in the life, Come together o Hey Jude, pero lejos está de ser algo mediocre o deslucido. Es una linda canción, armónica y melódicamente interesante, ejecutada soberbiamente, que tiene gancho, es sumamente escuchable. Y eso era la esencia de Los Beatles: hacer lindas canciones.
El video emociona en más de un sentido. Yo rescato que luego de un miss you en el que están los actuales (y vitales) Ringo y Paul, aparecen George y John (en el Shea Stadium), a quienes se los sigue extrañando. Y luego, una muy breve sonrisa de pleno regocijo de Paul, mientras se graban las cuerdas, como diciendo “bueno, lo hicimos una vez más, lo logramos”, poniendo al frente a John (al fin y al cabo, es una canción compuesta casi toda por él), haciendo un solo al estilo de George, y dejando por un momento su ego a un lado, para que sean los cuatro los protagonistas.
Salió el 2 de noviembre en CD, en vinilo (varias versiones) y hasta en casete. En menos de una semana Los Beatles invadieron las redes, generaron discusiones, y varias opiniones (sobre todo por la “parte que falta”). Una somera visita a las redes nos muestra la profunda conmoción que ha generado en millones de personas, sacudidas por una canción y por el video que, realmente, emocionan. Ah, por cierto, nuevo número 1 en Spotify, Itunes, y en la lista de singles de Inglaterra, hasta ahora.
El mundo sigue necesitando a Los Beatles.
(*) Doctor en Derecho y Ciencias Sociales. Vocal de la Cámara 4ª de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Córdoba