No todo es conflicto jurídico en los sistemas de salud

Esta pandemia ha puesto en el centro de la escena la temática de la salud y la responsabilidad social compartida que esto implica, nos ha enfrentado a la idea de salud como un concepto más amplio, imponiéndose ante otros que inundaban nuestras vidas. Así, nos hemos dado cuenta de que no todas las personas entienden lo mismo cuando hablamos de dicha temática. 

He arribado a la conclusión de que este concepto es una construcción subjetiva. En mi caso adhiero a la concepción impuesta en 2009 en el Taller Intercultural de Salud efectuado por el Ministerio de Salud de la Nación, que  indica: “Es el equilibrio entre las fuerzas naturales espirituales entre los individuos y las comunidades”. La salud se ve como un todo holístico de bienestar físico-moral-social y espiritual y el equilibrio cósmico. Dicho esto, cabe destacar que es un sistema que necesita articular -en equilibrio- la concepción ideológica del personal de salud con su gerenciamiento y también con el paciente (palabra a la cual no adhiero, somos usuarios del servicio). 

Este movimiento genera conflictos, con un nudo puntual que constaría de algunos ejes temáticos: 1) La lesión del derecho a la salud del que utiliza el sistema. 2) La insatisfacción en la prestación, atento a la despersonalización del sistema médico de atención. Es por ello que la mediación toma como perspectiva y tiene como eje temático la relación médico-paciente-usuario del servicio. Este vínculo se ha complejizado, originando mayores cuotas de insatisfacción, descontento y confusión para la ciudadanía en cuanto a los servicios sanitarios prestados, lo que contribuye tanto al origen como a la profundización del conflicto que se materializa en un sostenido aumento de la judicialización.

En este sentido cabe preguntarnos: ¿qué aporta la mediación a este tipo de conflictos? En este punto, el ejercicio de la justicia colaborativa ayuda a generar canales de diálogo, comunicaciones entre el profesional de la salud y el paciente-usuario, en un intercambio de información y confianza, con personalización y respeto. Si logramos el reconocimiento reciproco entre las partes involucradas en la relación sanitaria, disminuirá considerablemente la cuota de conflictos que no sólo se originan como consecuencia de la existencia de un perjuicio indemnizable, sino que en muchos casos es fruto de una suerte de falta de información o desarticulación de la instrumentalización del sistema de salud que se burocratiza en exceso, y la despersonalización del paciente-usuario.

Es dable destacar que centrarse en la gestión del conflicto sanitario mediante facilitadores de diálogos y procesos de mediación tempranos en una gestión preventiva de los mismos, impulsa la calidad de vida de los actores (establecimientos-médicos-usuario) y su resultado mejora la comunicabilidad de las diferentes problemáticas que se dan en ese ámbito, fortaleciéndolo. 

La mediación en el sistema de salud busca evitar que crezca la desconfianza entre las personas cuya función es coordinar esfuerzos y debe tender a la celeridad y seriedad en la resolución del conflicto. Así, evitando su prolongación disminuye la frustración y hostilidad entre las partes, propiciando acuerdos que otorguen al conflicto paz social y sanitaria. Muchas veces estos problemas no logran una satisfactoria respuesta, atento la carencia de mecanismos autocompositivos en sede judicial y debido a las particularidades del ámbito sanitario y la relación médico-usuario. 

En estos tiempos de pandemia no todo es judicial, no todo apunta a una indemnización, sino a no dañar el funcionamiento de los sistemas de salud -actualmente sobreexigidos- y a que sus usuarios se encuentren cómodos y en un ámbito de confianza-. 

Mi propuesta para mejorar el sistema consiste en la utilización del procedimiento de mediación en ámbitos informales del sistema sanitario, con la utilización de una sala de resolución de conflictos in situ con mediadores que puedan intervenir y la existencia de la figura de un defensor del usuario. De esta manera la mediación -en un futuro- se convierte en una real alternativa para los conflictos sanitarios, la salud colectiva y la generación de confianza que nos encamina a la paz social, fin principal de la mediación.

(*) Abogada – Mediadora – Coordinadora Sala, Centro de Mediación y Escuela del Colegio de Abogados de Córdoba.