El programa Chespirito, que comenzó a emitirse en 1970, presentó personajes que se convirtieron en emblemáticos de la cultura popular mexicana y latinoamericana, como el Chavo del 8 y su vecindad, el Chapulín Colorado o el Chompiras. El último programa original se emitió en 1995. Sin embargo, aún continuaba retransmitiéndose en unos 20 países alrededor del mundo.
Para los fanáticos será un gran dolor saber que se dejarán de transmitir, al menos temporalmente, por los canales que lo hacían con habitualidad.
Roberto Gómez Fernández, el hijo de Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, quien falleció en 2014, fue quien dio la noticia a través de un mensaje publicado en Twitter: “Aunque tristes por la decisión, mi familia y yo esperamos que pronto esté Chespirito en las pantallas del mundo. Seguiremos insistiendo, y estoy seguro de que lo lograremos”.
Según lo que pudieron indagar medios locales de México, la quita de los afamados programas de Chespirito de la televisión se debería a una disputa entre la cadena Televisa, dueña de los derechos de los programas, y la familia de Gómez Bolaños, quien resulta propietaria de los derechos de explotación comercial de los personajes.
La cadena brasileña SBT, que emitía estos programas hasta la quita de autorización, confirmó a los medios que había recibido una notificación de Televisa en la que se le informaba sobre la suspensión del contrato “por un problema pendiente de resolverse con el titular de los derechos de las historias”.
Red Bolivisión, de Bolivia, también anunció que la suspensión “temporal” en la programación se debía “a desacuerdos entre los dueños de los derechos”.
Mientras tanto, Televisa no ha realizado comentarios al respecto, como tampoco lo ha hecho Grupo Chespirito, empresa que maneja las licencias de explotación comercial de los personajes, que es dirigida por Gómez Fernández.
Pero quien sí rompió el silencio fue Edgar Vivar, quien es reconocido por sus interpretaciones, en la tira El Chavo del 8, de Ñoño y el Señor Barriga. En una entrevista que mantuvo con una radio de su país, el actor reveló que Chespirito habría cedido a Televisa los derechos de sus personajes hasta el 31 de julio de 2020, motivo por el cual, llegada esa fecha, no se habrían renovado los derechos por falta de acuerdo con relación al monto dinerario a pagar entre Televisa y los herederos de Chespirito. Vivar agregó en dicha entrevista que, al no haberse acordado, los derechos podrían ser comprados por otros canales.
Graciela Gómez Fernández, hija de Chespirito, también utilizo la red social del pajarito para hacer público su parecer, mostrándose crítica frente a la cancelación de los programas: “Es una pena que quien más se benefició de los programas de Chespirito hoy afirme que ya no valen nada. A sus hijos nos dejó su cultura, su amor, su ejemplo, su estilo… Esa riqueza no se puede cuantificar. Los intereses económicos no están en la familia”. Florinda Meza, viuda de Chespirito, quien también formó parte del conocido elenco de los programas, expresó igualmente su rechazo: “¿Qué opino de que se deje de transmitir el programa Chespirito? Aunque no tengo nada que ver porque inexplicablemente no he sido convocada a las negociaciones, creo que justo ahora, cuando el mundo más necesita diversión, hacer eso es una agresión hacia la gente.”
Ahora bien, a los aficionados a los programas de Chespirito, la polémica en torno a los derechos de propiedad intelectual no les resultará una sorpresa, ya que conocidos por el mundo son los conflictos legales que tuvo en vida por los derechos sobre los personajes de sus tiras cómicas; ya que los actores que les habían dado vida comenzaron a interpretarlos en presentaciones aisladas y fueron intimados por las regalías correspondientes.
Lo cierto es que calcular las ganancias originadas por este fenómeno mundial resulta casi imposible. El agente de licenciamiento del Grupo Chespirito aseguró que El Chavo del 8 llegó a tener más de 114 millones de espectadores. Pero la marca de Chespirito no sólo se reduce al mítico programa sino que incluye series animadas de televisión, ropa, juguetes y videojuegos, entre otros mercados.
Este año, su hijo abrió en México un restaurante temático llamado “El chanfle y recontrachanfle”, en el que, por supuesto, se puede degustar el platillo favorito del Chavo del 8: la torta (sándwich) de jamón.
A la espera de saber qué ocurre tras la cancelación de sus programas, otro proyecto en marcha promete continuar con el legado de Chespirito: una serie sobre la vida de Roberto Gómez Bolaños.
* Agente de la propiedad industrial ** Abogada