sábado 23, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

La reindustrialización, a debate

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Esta semana se conocieron dos trabajos privados, uno de Cippec y otro de Economía & Regiones, que rebaten los postulados del oficialismo.

Desde su irrupción en la escena nacional, en 2003, el kirchnerismo propuso una necesaria reindustrialización del país, a tono con lo ocurrido durante el primer peronismo, una experiencia política en la cual se inspira en muchos aspectos.

El viceministro de Economía, Axel Kicillof, lo expresó con contundencia días atrás. “Lo que se hizo desde 2003 marcó el inicio de un cambio estructural hacia la reindustrialización. Esto nos permite generar más empleo, mejores salarios y mejores condiciones de vida para la población”. En suma, el Gobierno nacional sostiene que la creciente intervención del Estado en la economía tiene un objetivo superior, que es el desarrollo industrial.

La cuestión es que, tras casi 10 años de administración kirchnerista, varios estudios elaborados en el sector privado discuten los resultados de las políticas de industrialización. Esta semana, por ejemplo, se conocieron dos trabajos en ese sentido.

El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) evaluó que la industria manufacturera nacional redujo su incidencia en el Producto Interno Bruto (PIB) y en el empleo a lo largo de la última década y cuestionó “la protección arancelaria y la sustitución de importaciones” impulsada por el Gobierno.

También la consultora Economía & Regiones (E&R), vinculada con el economista y diputado macrista Rogelio Frigerio, indicó que los gobiernos kirchneristas no consiguieron aumentar el peso relativo de la industria en la economía ya que en el período 2003-2011 (16,4%) la relación industria sobre PIB promedió 0,8 punto porcentual por debajo del nivel de 1993/2000 (17,2%). En el mismo sentido, comentó que el actual modelo económico no logró que la industria volviera a tener los picos de importancia relativa de los primeros años noventas, cuando alcanzó el máximo de 18,2% en 1993.

E&R interpreta, además, que la mejora relativa de la participación industrial en el PIB en los años posteriores a la crisis de 2001 se debió al cambio en la estructura de precios relativos que provocó la devaluación -una fuerte licuación del peso de los servicios en el Producto- y no a un incremento genuino de la producción de bienes manufactureros, que en realidad se habría mantenido por debajo del promedio de la década de 90.

En suma, para la consultora privada la reindustrialización postulada por el Ejecutivo no habría existido y “la estructura productiva argentina continúa dominada por los servicios. Es más, a partir de 2007 se pone de manifiesto un aumento del peso relativo del sector servicios en detrimento de la industria y de la construcción, que bajaron con relación al nivel que tenían en 1998”.

Mayor peso exportador

El estudio de E&R discute también la evolución de las exportaciones industriales nacionales. “Argentina sigue siendo, como en los últimos 20 años de historia económica un país exportador de productos primarios y derivados (aceites, harinas, etcétera)”, estimó la consultora.

De todas maneras, reconoce que el ratio de exportaciones industriales respecto del total se incrementó sucesivamente desde 2003, alcanzando un máximo de 35% del total en 2010.

“Sin embargo, la pérdida de dinamismo de Brasil, la inflación doméstica (que aprecia el tipo de cambio real) y sobre todo la aceleración de costos salariales imponen un techo y afectan negativamente a las exportaciones industriales, cuya importancia relativa bajó tres puntos porcentuales, cayendo hasta 32% en los ocho meses de este año”, señaló.

Por último, un análisis de la evolución intrasectorial evidenciaría, según el análisis de E&R, las limitaciones de la evolución de la industria argentina durante los últimos años. A priori, se observa un significativo avance de la producción de vehículos y de minerales no metálicos -insumos de la construcción.

“En efecto, el aumento de la participación de la industria automotriz se explica a partir de la demanda de autos tanto del mercado interno como de las exportaciones hacia Brasil. En tanto que el incremento de la participación de los insumos para la construcción surge como consecuencia de la dinámica del sector, que se tornó en una de las inversiones más atractivas y de menor riesgo para el ahorro doméstico, en un contexto inflacionario como el actual”, evaluaron desde E&R.

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