Años atrás, cuando ya me desempeñaba como auxiliar en el Área de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género del Poder Judicial de Córdoba, me formé como mediadora en Mediario.
Si bien en el ámbito en el que trabajo no se realizan mediaciones por no corresponder, debo reconocer que los valiosos principios que adquirí en mis estudios sobre el tema me resultaron marcadamente útiles, me facilitaron y ayudan enormemente en mi tarea, que -demás está decir- es eminentemente humana.
Ya el hecho de haber aprendido, por dar un ejemplo, a escuchar con empatía a quien concurre a la Asesoría en busca de ayuda es de relevancia fundamental para lograr interpretar las cuestiones que se nos plantean.
Asimismo, el importantísimo tema del PIN (Posiciones-Intereses-Necesidades) y su gráfico del iceberg -del cual sólo se muestra el vértice emergente- en el que se exhiben las posiciones, debiendo nosotros indagar los intereses y necesidades por debajo del agua, sigue marcando un antes y un después, facilitando en forma evidente mi labor cotidiana.
Hace unos meses concurre a la Asesoría Juan, un señor de 70 años, quien nos explica que tiene un emprendimiento en el que se dedica a fabricar bloques de cemento en el patio de su casa, lo que le genera ingresos económicos necesarios para mantener a Victoria, su esposa (65 años) y a la hija de ambos, María (20 años), quien estudia enfermería profesional.
Refiere que las relaciones con Victoria se habían complicado hacía un tiempo ya, produciéndose rencillas entre ellos frecuentemente, motivo por el cual, ante la petición de su esposa, Juan decidió abandonar el cuarto matrimonial, y se trasladó a dormir a otra habitación.
Asimismo la señora, en otro ambiente de la casa, se dedicaba a actividades de pastelería con las cuales solventaba gastos mínimos.
A pesar de lo expuesto, las frecuentes discusiones no cesaron, y la cónyuge realizó una denuncia y solicitó la exclusión del hogar de Juan, por violencia psicológica en su contra, a lo que el Juzgado de Violencia Familiar hace lugar, notificando a Juan la obligación de retirarse de su vivienda.
Por esta razón Juan, quien se había mudado a vivir a la casa de una hermana, concurre a la Asesoría en busca de patrocinio letrado, previa declaración jurada.
Fue allí donde, escuchando esta narración con empatía, e intentando indagar los intereses y necesidades, advertimos que el interés superior de Juan era el de proseguir trabajando en su emprendimiento para lograr de esa manera continuar manteniendo la economía familiar, y sobre todo la de María y sus estudios.
Por medio de preguntas, buscamos descubrir los intereses y necesidades para proponer una solución con perspectiva de género y que a su vez se acomodara a Juan.
La dificultad residía en que en la casa de la hermana, donde habitaba actualmente, le resultaba imposible continuar con su trabajo por no disponer de espacio para ello.
Así, la Asesoría le propuso a la jueza de Violencia que de alguna manera se le autorizara a Juan el ingreso cotidiano al patio de la vivienda en cuestión, realizando previamente el levantamiento de un muro entre las dos locaciones a fin de salvaguardar el cumplimiento de la prohibición de contacto con Victoria, logrando, de este modo, proseguir desarrollando su tarea y así continuar con la manutención económica de su esposa y de su hija.
Con un arduo trabajo creativo -en el que se incluyó una captura de pantalla del inmueble de Google Earth-, se planeó una división de la vivienda, en la que ambos tendrían acceso independiente; Victoria por el ingreso principal y la cochera, y Juan contaría con un ingreso directo al patio -donde se encuentra su emprendimiento- por un portón que da a la calle.
La proposición fue enviada al Juzgado, el que le corrió traslado a Victoria del ofrecimiento.
La oferta fue aceptada por Victoria de buen grado y, según un seguimiento que se realizó del caso, la solución ha funcionado conforme lo esperado y Juan continúa solventando los gastos familiares sin ningún tipo de inconvenientes.
De este modo, sólo intenté exponer mi apreciación sobre el valor de los conocimientos adquiridos en mis estudios de mediación, ya que, si bien no la aplico de manera directa, me ha brindado valiosas herramientas para utilizarlas no sólo en mi labor diaria sino también en distintos ámbitos de la vida.
(*) Abogada. Notaria. Mediadora. Auxiliar Asesoría de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género 5º Turno Poder Judicial de Córdoba
¡Muy interesante lo que compartís! abona enormemente el campo que elegimos. Gracias.
Pocas veces encontré en asesoría la amplitud de criterio .. bienvenida la creatividad que ayuda a la solución de problemas