Por Christian Julio Díaz / Abogado – Miembro del equipo de trabajo de la Oficina de Derechos Humanos y Justicia del Poder Judicial y Samuel Paszucki / Contador – Mediador – Asociación Mediadores de la Provincia de Córdoba
La Ley de Mediación 8858/00 de la Provincia de Córdoba está cumpliendo 11 años. Esta columna, un poco menor, anda por los nueve. Suman entre ambas algo así como 20 años. Mayoría de edad.
Creemos que ambas circunstancias ameritan un tipo de celebración especial. Hemos decidido realizarla en este espacio, que desde un principio –año 2002 – estuvo generosamente abierto a la mediación.
Para el evento hemos resuelto brindar a los lectores un panorama de este instituto, hoy, en nuestra provincia, por medio de la mirada de seis invitados, quienes amablemente han respondido también seis preguntas sobre el estado de la mediación aquí y ahora.
Nuestros invitados –todos formados como mediadores – son:
1 – Cristina Di Pietro, directora de Mediario y Alfil – Centros Privados de Mediación-, abogada.
2 – Débora Fortuna, directora de DiMARC (Dirección de Métodos Alternativos de Resolución de Conflictos), contadora.
3 – Gabriela Magris, directora del Centro de Mediación de la Defensoría del Pueblo de Córdoba, abogada.
4 – Graciela Peralta, Coordinadora del Centro Judicial de Mediación de Córdoba, abogada.
5 – Ana María Sucaría, presidente de la Asociación Civil de Mediadores de la Provincia de Córdoba, abogada.
6 – Esteban Bustamante, mediador independiente, abogado.
Resolvimos plantear las preguntas siguiendo los sombreros de Edward De Bono. Es decir, cada pregunta ha sido realizada bajo el ala de un sombrero de diferente color y solicitamos que respondieran poniéndose ese color de sombrero. Finalmente han quedado seis preguntas, a seis personas, bajo seis sombreros.
Los seis sombreros
Parafraseando a Morin, entendemos que la realidad –mundo fenoménico- es compleja; un entramado de eventos, acciones, interacciones y retroacciones en constante movimiento. La complejidad de la realidad produce incertidumbre. Vale una aclaración: la incertidumbre es un estado de quien mira la realidad en su complejidad y no una característica del fenómeno observado. Es decir, no hay fenómenos inciertos sino observadores desconcertados.
En consecuencia, los procesos de toma de decisiones tienen por objetivo poner orden en el pensamiento del agente decisor. Con anterioridad a 1985, cuando Edward De Bono publica su famoso libro Six thinking hats, y también a posteriori, distintas disciplinas abordaron como eje central la toma de decisiones. Sin lugar a dudas, la técnica de “los seis sombreros para pensar” es la más ágil, sencilla y, al mismo tiempo, muy colorida.
El concepto es sencillo: mirar la misma realidad desde distintas perspectivas. Es lo que el autor llama pensamiento paralelo, en el cual en todo momento hay alguien mirando en la misma dirección, aunque ella pueda ser cambiada. Para indicar los distintos recorridos del pensamiento recurre a la imagen del sombrero. El valor simbólico de un sombrero radica en que define el rol de quien lo exhibe (gorra azul, el policía; casco, el soldado, etcétera) y la facilidad en la que se puede poner o quitar. Cada uno de los seis sombreros representa las direcciones en la que se debe dirigir el pensamiento.
Sombrero blanco: es neutro. Orienta el pensamiento hacia los hechos objetivos y las cifras.
Sombrero rojo: representa la ira y las emociones. Es una mirada desde el punto de vista emocional.
Sombrero negro: es sombrío y serio. Resalta lo negativo y los puntos débiles de las ideas o cosas.
Sombrero amarillo: es alegre y divertido. Constituye una mirada optimista, esperanzadora y positiva de la realidad.
Sombrero verde: es el crecimiento, la abundancia, lo fértil. Dirige el pensamiento hacia la creatividad y las nuevas ideas.
Sombrero azul: hace referencia al color del cielo, que está por encima de todo. Su dirección se dirige al control y a la organización del proceso de pensamiento y al uso de los otros sombreros.
Los seis colores juntos aspiran a dar una visión del todo.
En los seis próximos artículos, que se publicarán a partir del jueves 25 de agosto en esta columna, podremos observar una visión actual de la Mediación en Córdoba. Y será mediante la mirada de seis entrevistados, que cada vez, bajo un color diferente de sombrero, nos mostrarán sus ideas y sus perspectivas sobre esta Institución, tan cara a todos los involucrados en este proyecto.
En medio de la vorágine habitual es un sano y recomendable acto detenerse a reflexionar sobre el camino recorrido para profundizar en su marcha. A pesar de la juventud de la institución, la mediación requiere ser pensada, discutida, reflexionada y fundamentalmente, imaginada con vistas al futuro. Creemos que este colorido juego periodístico es un buen comienzo para instalar el debate que nos merecemos.